Jueves 2 de noviembre de 2023, p. 18
Huixtla, Chis., La actual caravana de migrantes recorrió entre lunes y miércoles 45 kilómetros por la carretera costera de Chiapas, y ayer llegó al municipio de Huixtla, donde realizó su tercera escala. El contingente de al menos 5 mil personas –los organizadores hablan hasta de 8 mil–, partió ayer por la madrugada del municipio de Huehuetán, para evitar la intensidad del sol de la mañana.
Hacia las 11 horas, el éxodo se concentró en el techado de una cancha deportiva cerca del río Huixtla, donde pasó la noche antes de continuar su andar hoy al municipio de Villa Comaltitlán.
Después del mediodía, los migrantes realizaron una ceremonia para honrar a sus muertos durante su periplo por México. Encendieron velas y rezaron por las 40 víctimas de un incendio ocurrido en una estación del Instituto Nacional de Migración en Ciudad Juárez, Chihuahua, en marzo pasado, y por 10 cubanas fallecidas en Chiapas el 1º de octubre anterior en un accidente, cuando viajaban en un camión.
En Guatemala no muere tanto migrante, en Honduras, en El Salvador, todos los lugares de paso, Nicaragua, Colombia, en ningún lugar mueren tanto como aquí en México, y es por eso que hoy recordamos su vida
, comentó el activista Irineo Mújica, de la organización Pueblos Sin Fronteras. Expuso que México es más peligroso para los indocumentados que la propia Selva del Darién, entre Panamá y Colombia.
Pies lesionados
La caravana salió el lunes de Tapachula, en la frontera con Guatemala, argumetando que los trámites de regularización pueden tardar hasta un año, y muchos extranjeros están sin trabajo, en condiciones de calle, por lo que pretenden llegar a la frontera con Estados Unidos.
La hondureña Claudia Sevilla lleva los pies lesionados por los tres días de caminata. En cuanto llegó al domo de Huixtla tendió un plástico sobre el suelo y encima una sábana, para descansar junto con su esposo Alfredo Coto y su hijo Axel, de 12 años. Ha sido bien difícil, más cuando va uno con niños hay que ir despacio, se cansa uno y los niños no resisten mucho.
La familia estuvo dos meses en Tapachula intentado tramitar su regularización. Aunque la pareja buscó trabajo, no lo consiguió y decidió vender empanadas en la vía pública. Deberían darnos papeles para que no se sufriera tanto en el camino, no exponer a los niños, hay aquí mujeres embarazadas, con niños pequeños, otros se han desmayado por la debilidad
, reprochó Claudia.