Por segunda ocasión en el año, Volaris realizó un despido masivo de pilotos y sobrecargos, 200 en total, informó la empresa.

La aerolínea argumentó que se vio obligada a reducir sus operaciones, debido a que la compañía Pratt & Whitney (P&W) solicitó revisiones a un grupo de sus motores GTF, utilizados en la flota Airbus A320neo. Volaris mantiene en tierra 16 aviones en total.

Señaló que la decisión de reducir la plantilla se tomó con responsabilidad, apego a los derechos laborales y en común acuerdo con los trabajadores.

A petición de nuestra representación sindical, se ofreció y alcanzó un acuerdo laboral con los trabajadores objeto de esta medida, en términos de beneficios superiores a los establecidos en la normatividad vigente.

Sin embargo, ex trabajadores de Volaris entrevistados –que solicitaron reservar su nombre– señalaron que fueron citados no en las oficinas de la empresa, sino en hoteles de distintos estados donde la aerolínea tiene bases operativas, como en Cancún, Guadalajara, Ciudad de México y Tijuana.

Expresaron su inconformidad porque la aerolínea, que encabeza Enrique Beltranena, les notificó de sus despidos de manera sorpresiva, ya que en sus roles de vuelo les apareció la leyenda Junta, bloquearon sus cuentas de acceso a cualquier platafor-ma de la empresa y les pidieron firmar un convenio de terminación de la relación de trabajo.

Los sobrecargos mencionaron que Tijuana fue la sede que tuvo más despidos, pues hasta anoche se eliminaron al menos 100 plazas; en la Ciudad de México fueron alrededor 40; en todos los casos, los ceses fueron sin importar la antigüedad y rango del empleado.

Volaris indicó que una vez que los motores operen nuevamente de manera regular, se dará preferencia al personal despedido en un proceso de recontratación.

En mayo pasado, al menos 140 sobrecargos de Volaris fueron despedidos por reclamar mejores condiciones laborales, ya que –acusaron en ese momento– eran sometidos jornadas extenuantes de trabajo mediante amenazas y acoso, además de que reclamaron que el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA) nunca nos ha defendido de los abusos de la aerolínea.