La polaca Iga Swiatek, número dos del mundo, convirtió un arranque incierto en una contundente victoria por 7-6 (3) y 6-0 sobre la checa Marketa Vondrousova en las finales de la WTA, que se realizan en Cancún, Quintana Roo.

Más apresurada de lo habitual, Swiatek conectó remates fuera de distancia y se mostró tan desorientada que Vondrousova, sexta en el ranking y campeona reinante de Wimbledon, olfateó cada uno de sus movimientos para quebrar el servicio y adelantarse 2-0 en la primera manga.

Los errores de la polaca advirtieron que el partido podía derivar en una monumental sorpresa. Pero la número dos del mundo, motivada por las circunstancias en contra, redobló esfuerzos para descifrar el servicio de su adversaria hasta emparejar las cifras 2-2, aunque no de manera contundente.

Como en este deporte ningún triunfo es casual, Vondrousova ganó los siguientes tres puntos consecutivos y puso el set a punto de mate. En las gradas, dicho escenario despertó los murmullos de una afición que imaginaba otro rendimiento de la favorita. Entonces vino lo mejor.

Swiatek mejoró la efectividad de su saque, respondió ataques con reveses oportunos y no sólo empató 5-5, sino que al final venció 7-3 y encaminó un desenlace más cómodo. Pese a haber cometido 15 errores no forzados, Swiatek sentenció la segunda tanda 6-0 ante una Vondrousova mucho más errática.

Pude hacer ajustes, pero no fue fácil. Marketa es una gran jugadora; siempre es difícil enfrentar a una zurda, pero luché y le di vuelta al partido, resumió la polaca, quien tiene la oportunidad de superar a Aryna Sabalenka como número 1, dependiendo de sus resultados del torneo que le pondrá fin a la temporada.

El primer parcial tomó 64 minutos. El segundo solamente necesitó de 35, con una ventaja de Swiatek de 27-9. No sentí que estuviera jugando mal, sólo que cometía muchos errores en los últimos tiros. Tal vez estaba construyendo el peloteo definitivo, concluyó la polaca.