Madrid. El presidente del gobierno español en funciones y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, envió a su mano derecha, Santos Cerdán, a Bruselas para reunirse con el ex presidente catalán Carles Puigdemont, también líder de Junts per Catalunya (JxCat), quien reside en Waterloo desde octubre de 2017, cuando los tribunales españoles ordenaron su detención por encabezar la fallida declaración unilateral de independencia.

La reunión, que ambas formaciones hicieron pública y de la cual se divulgaron fotografías, supone un paso más, quizá el decisivo, para garantizar los votos necesarios para la investidura de la relección de Sánchez.

En las negociaciones entre Sánchez y cinco partidos nacionalistas, la más compleja es con la formación política de Puigdemont, que representa al nacionalismo catalán conservador y de raigambre católica y que en años recientes ha enarbolado la bandera de la independencia.

Puigdemont todavía tiene abierta una orden de búsqueda y captura del Tribunal Supremo español, lo que ha complicado los acuerdos, al igual que de las exigencias de Puigdemont, que son la aprobación de una ley general de amnistía para quienes participaron en el proceso de secesión y que se lleve a cabo un referendo vinculante sobre la autodeterminación.