General Motors (GM) y el sindicato United Auto Workers (UAW) llegaron a un acuerdo contractual tentativo, lo que pone fin a la primera huelga simultánea contra las tres grandes automotrices de Detroit, que accedieron a otorgar beneficios y alzas salariales récord.

El sindicato suspendió oficialmente su huelga contra los tres de Detroit, dijo el presidente del UAW, Shawn Fain.

Creemos de todo corazón que nuestra huelga ha conseguido exprimir hasta el último centavo de General Motors, afirmó Fain, en un discurso grabado en video. Nos subestimaron. Los subestimaron a ustedes. Estas corporaciones no tenían ni idea de lo que se les venía encima, añadió.

Ahora, Fain debe lograr que los contratos sean ratificados por los miembros de base de la UAW. Este proceso comenzó el domingo, cuando se reunió con los líderes de los sindicatos locales de Ford-UAW.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió el acuerdo provisional. Creo que es excelente, dijo el mandatario, quien se ha mostrado a favor de los sindicatos y respaldó al UAW, cuando se le preguntó sobre el acuerdo reportado.

A los asesores de Biden les preocupaba que una huelga prolongada en la industria –y una caída de la producción– dañara tanto la economía estadunidense como las posibilidades del presidente demócrata de relegirse en 2024.

El UAW obtuvo de GM aproximadamente el mismo conjunto de aumentos salariales que acordó con los otros dos fabricantes de automóviles. Esto supone un alza de 33 por ciento en el salario máximo de los trabajadores veteranos. La empresa también acordó pagar 2 mil 500 dólares en concepto de pago único a los jubilados.

El nuevo contrato le costará a GM 7 mil millones de dólares en 4.5 años en costos laborales más altos, dijeron dos fuentes a Reuters.

El acuerdo se produce luego de pactos alcanzados en los últimos días por el sindicato con Ford y el propietario de Chrysler, Stellantis, en lo que expertos describen como victorias significativas para los trabajadores después de años de salarios estancados y concesiones severas hechas por el sindicato tras la crisis financiera de 2008.

Casi 50 mil trabajadores de practicamente los 150 mil miembros sindicales de las tres automotrices de Detroit se unieron a una serie de huelgas que comenzaron el 15 de septiembre. La estrategia del UAW de intensificar las paralizaciones le costó a las empresas y a sus proveedores miles de millones de dólares durante más de 40 días.

El UAW, en una serie de publicaciones en las redes sociales antes del anuncio de GM, dijo que está comprometido a expandirse a otras automotrices y aseguró que quiere que las negociaciones en 2028 se realicen entre el grupo de trabajadores y las seis automotrices más grandes de Estados Unidos.