El presidente Andrés Manuel López Obrador llamó nuevamente a los empresarios que mantienen contratos de varios hospitales bajo un esquema de asociación público-privada –que cuestan una cifra millonaria al erario– a aceptar la propuesta de su gobierno para venderlos al Estado, como ya lo hizo la empresa encabezada por Olegario Vázquez Aldir.

En particular hizo este exhorto a Hipólito Gerard Rivero, cuñado del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien mantiene dos contratos bajo este tipo de esquema, que –como al resto de los concesionarios– les fueron entregados en sexenios pasados.

Durante la conferencia matutina de ayer en Palacio Nacional, el jefe del Ejecutivo aprovechó una pregunta relacionada con una de las firmas de Vázquez Aldir para reconocer que, de los empresarios que mantienen los contratos con nueve hospitales –que de cumplirse el plazo de entre 25 a 30 años, según el caso, costarían más de 93 mil millones de pesos–, ha sido el único que aceptó el planteamiento para vender las tres instituciones que tenía.

“Me mandó a decir que ellos aceptan lo de los hospitales que construyeron (…) Es un ejemplo que me ayuda para que los otros secunden esta acción, las otras empresas. Pero ya aceptó Olegario y se lo quiero reconocer aquí”, apuntó el mandatario.

Hace unas semanas, López Obrador lanzó la propuesta a estas firmas para vender a partir de un avalúo que ya se aplicó y calculó el costo total de los nueve nosocomios en un máximo de 5 mil 242 millones de pesos.

Todo esto para reconocerle (a Vázquez Aldir) y que los otros que faltan, los señores Gerard lo hagan, refirió el Presidente.

Ejemplificó los ahorros con uno de los tres hospitales que tenía esta empresa en Tapachula, Chiapas, cuyo contrato total era a 25 años por un monto de 17 mil 364 millones de pesos, 633 millones cada año, que con el avaluó tasó un monto de venta de 603 millones, el equivalente a un año.

Agregó que las firmas de este empresario se han portado muy bien, pues en gobiernos pasados se les aprobaron contratos para la operación de reclusorios y negocios en el que sería el aeropuerto de Texcoco, y aceptaron las condiciones de esta nueva realidad, pues ambos fueron cancelados en este sexenio, además de que sus hospitales colaboraron en la atención a pacientes durante la pandemia de covid-19.

Aparentemente por un error, en la mañanera del pasado 4 de octubre se dio a conocer que, de los nueve contratos, dos los tiene la empresa GIA-Grupo de Ingenieros y Arquitectos Asociados, que dirige Hipólito Gerard Rivero, cuñado de Salinas de Gortari; tres Prodemex, dirigida por Olegario Vázquez Aldir; uno Invex Controladora, presidida por Juan Bautista Guichard; otro Sacyr-Valoriza, de la que Manuel Manrique es director general; uno más Óscar Julio Quiroz Moreno y otro la Concesionaria Acciona.