Entre aplausos, júbilo y confusión, usuarios estrenaron el tramo renovado de la línea 1 del Metro. Desde la 11:30 horas, en la estación Pino Suárez un grupo de personas se apostó detrás de las rejas del pasillo para ser las primeras en ingresar a los trenes que lucen otra cromática –blanco aperlado con motivos naranja– rumbo a Pantitlán. ¡Que abran, que abran, ya lo queremos conocer!, empezaron a gritar ante la demora en el servicio, por lo que los vigilantes minutos después dieron el paso franco.

Con alivio por dejar atrás los camiones de la RTP que durante 15 meses fueron su medio de transporte alterno –no era malo, pero iban a reventar, sobre todo en las noches–, la señora Guadalupe Alcántara, vecina de la colonia Moctezuma, pidió que las nuevas instalaciones sean seguras, que sirvan las escaleras y que no nos salgan que a mitad de año lo vuelven a cerrar.

Hubo algunos que apenas se dieron cuenta de la reapertura y aprovecharon para retomar sus viajes cotidianos, como Pablo Gutiérrez, quien acudió a La Merced a hacer sus compras, otros como Carlos Nicolás fueron sólo para estrenarlo. Ojalá sea tan eficiente y de última generación, como lo prometieron.

El entusiasmo por la reanudación del servicio mermó entre quienes, en dirección contraria, debían continuar su camino hacia Observatorio, pero tenían que bajar en Isabel la Católica y hacer un transbordo para subir a un camión hasta Balderas.

Aunque afuera de la estación había una fila de autobuses vacíos, los usuarios coincidieron en que el mayor conflicto se registrará este lunes. Usas el Metro para ahorrar tiempo, pero bajar y tomar un camión y volver a entrar sí retrasa. Hoy andamos de paseo y no importa, pero mañana, al ir a la escuela o al trabajo, va a estar caótico, dijo Leonardo Torres.

Más tarde, pasajeros reportaron la presencia de fuego en las vías de la estación Moctezuma, a lo que el Metro aclaró que fue por la presencia de un objeto metálico.