El huracán Otis, el fenómeno en su tipo con mayor intensidad que haya azotado Guerrero, estará entre los 10 eventos catastróficos más costosos en la historia del sector asegurador en México.

De acuerdo con registros de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), a raíz del meteoro Paulina, el cual azotó las costas de Guerrero en 2007, cubrió alrededor de mil 766 millones de pesos en bienes asegurados.

“Otis estará muy probablemente en el listado de los 10 eventos más catastróficos en el sector”, prevé Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.

La magnitud de los perjuicios podría equipararse al monto que pagó el sector asegurador en México por el huracán Wilma en Quintana Roo en 2005, que es, hasta ahora, el huracán más devastador en México y el segundo evento catastrófico más oneroso para las aseguradoras en el país, con una indemnización superior a 2 mil 600 millones de dólares.

La AMIS reveló que en Acapulco hay alrededor de 16 mil inmuebles y 20 mil vehículos asegurados.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Agentes de Seguros y Fianzas (Amasfac) y de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros, Wilma fue por mucho tiempo el siniestro más oneroso en el país, hasta que llegó la pandemia de covid-19, que implicó pagos a beneficiarios por más de 3 mil 400 millones de dólares.

Aún no se calculan las afectaciones de Otis, pero podría igualar a Wilma en Cancún, declaró Jorge Valladares, presidente nacional de la Amasfac.

La calificadora Moody’s estimó que el sector asegurador se llevará un significativo impacto por el evento: Se pronostican pérdidas y resultados negativos en 2023, lo que potencialmente afectará sus indicadores de solvencia.