Santiago. Reunidos en una conferencia de leyendas en los Juegos Panamericanos de Santiago, Carl Lewis y Mike Powell recordaron sus míticas batallas en el salto de longitud y lamenta-ron que las nuevas generaciones sigan tan lejos de alcanzar sus récords.

Powell ostenta desde 1991 la mejor marca de la historia, los asombrosos 8.95 metros que necesi-tó para batir a Lewis en su recordada pugna en el Mundial de Tokio.

Antes de esa gesta, que acabó con el récord de 23 años de Bob Beamon, Lewis llevaba una década invicto en el salto de longitud, disciplina en la que ganó cuatro oros olímpicos.

Tuve que batir el récord del mundo sólo para vencer a este tipo, dijo Powell mirando a Lewis. Pensar que sigue siendo la marca del orbe, 32 años después, es una larga distancia.

Los estadunidenses compartieron mesa con otros dos gigantes, el dominicano Félix Sánchez y el ucranio Sergey Bubka, en víspera de las competencias de atletismo panamericano en el Estadio Nacional.

Muy lejos de la marca de Powell, el mayor salto en lo que va del siglo lo hizo el estadunidense Dwight Phillips con 8.74 en 2009. En los pasados Olímpicos de Tokio 2020, el griego Miltiadis Tentoglou ganó la presea dorada con 8.41.

Sólo cinco personas han batido esta marca en casi un siglo y la razón número uno es porque es extremadamente difícil. Probablemente la competencia más complicada del atletismo, apuntó Lewis.

“Y por eso la mayoría de atletas, de los velocistas, no lo intentan. Se necesitan deportistas que piensen: 'Ser campeón mundial y olímpi-co no es suficiente, quiero ser histórico’”, subrayó el llamado Hijo del Viento.

Es algo que conlleva dedicación y ahora los chicos no desean dedicarle el tiempo y la energía que requiere, especialmente quienes tienen talento suficiente para hacerlo, lamentó.

Para Powell, la falta de competencia es también un factor decisivo. Yo tuve la fortuna de contar con Carl y Larry (Myricks), pero si ahora un atleta quiere aprender, debe venir a hablar con nosotros.

Uno necesita ver esas enormes actuaciones, quiere ver a los jóve-nes teniendo grandes carreras, subrayó Lewis. Es embarazoso ir a los estadios y ver mi nombre como poseedor de récords. Tengo 62 años. ¿Qué está pasando?