Pese al enorme rezago que enfrentan, que incluye la falta de más de 100 nombramientos de magistrados electorales, del Tribunal de Justicia Administrativa y agrarios e integrantes de organismos autónomos, además de una treintena de dictámenes con reformas legales, los senadores se tomaron el puente vacacional por el Día de Muertos y no regresarán a sesionar hasta el 7 de noviembre.

De hecho son 12 días de descanso, ya que la mayoría de legisladores regresó el pasado jueves a sus entidades después de una sesión doble, que se prolongó hasta la madrugada y en la que se aprobó el paquete económico de 2024.

Desde el 1º de septiembre, cuando comenzó el periodo ordinario, Morena y la oposición acordaron sesionar martes y miércoles en lugar de martes y jueves, a fin de estar en sus entidades más días y dedicarse a sus actividades político-electorales.

Cuando regresen a sesionar ya sólo restarán cinco semanas para que concluya el periodo ordinario, tiempo que, de acuerdo con los propios legisladores, no será suficiente para desahogar los pendientes, que incluyen una nueva Ley del Agua que la Suprema Corte ordenó al Congreso tener lista antes de que concluya la legislatura y otras reformas por mandato judicial.

Un problema que todos los grupos parlamentarios reconocen es que están inmersos en la contienda de 2024, algunos como candidatos y otros en apoyo a los aspirantes presidenciales, por lo que el trabajo legislativo ha sido relegado por la mayoría.

En estos casi dos meses del periodo ordinario del último año de la legislatura, la asistencia es apenas superior al quorum legal, excepto cuando se votan temas relevantes, como la desaparición de los 13 fideicomisos del Poder Judicial, pues en esa sesión hubo 115 senadores presentes.