Morelia, Mich., El segundo rodaje dirigido por la cineasta Lila Avilés, Tótem, resultó el gran triunfador y el favorito del 21 Festival Internacional de Cine de Morelia, al alzarse con los tres principales premios del certamen: Mejor Largometraje de Ficción Mexicano, Mejor Dirección y el Premio del Público.

Tótem cuenta la historia de la niña Sol, de siete años quien en su cumpleaños revela: pediré que mi papá no se muera; ella pasa el día en casa de su abuelo ayudando a sus tías con los preparativos de una fiesta sorpresa para su padre enfermo. Mientras el día avanza, los lazos que mantienen unida a la familia serán puestos a prueba. Sol entenderá que después de esa noche, su mundo cambiará drásticamente. Al recibir los galardones Avilés le dijo al público: esta película resultó una locura. Amo ferozmente ser cineasta, agradezco a todo mi equipo.

Agregó: estoy de regreso a casa. Qué felicidad porque esta película me ha dado tanto, agradezco que sea mi segunda cinta. Este trabajo habla de la casa, de cómo la habitamos, cómo nos habitamos nosotros mismos, así que quiero agradecer la enorme paciencia que me han dado esas personas que habitan mi casa, los amo mucho.

Avilés también reflexionó: la certeza del cine es que tiene mucha belleza y comunión. Tiene mucha luz y mucha sombra, así que en estos tiempos de guerra y horror, mantengámonos más del lado de la luz.

Por su parte el documental El eco, dirigido por Tatiana Huezo, no se quedó atrás y también consiguió la misma cantidad de galardones de su categoría: Mejor Documental, Premio del Público al Mejor Documental y Premio al Mejor Documental Dirigido por una Mujer.

El filme de Tatiana Huezo se centra en el remoto y anacrónico pueblo de El Eco en el estado de Puebla, donde los niños cuidan de las ovejas y de sus abuelos. Mientras el invierno y la sequía azotan el lugar, ellos aprenden con cada acto, palabra y silencio de sus padres a entender la muerte, el trabajo y el amor. Una historia sobre el eco de las cosas que se adhieren al alma, sobre la certeza del cobijo que podemos encontrar junto a los que nos rodean, sobre la rebeldía y el vértigo frente a la vida. Sobre crecer, la pérdida y la esperanza.

En su discurso Huezo mencionó: muchas gracias al jurado por valorar esta película que nos obligó a mirar el mundo con ojos de niña; porque un documentalista debe mirar así el mundo y la vida, con ojos de niño.

Recapituló: “hace muchos años que trabajo con temas dolorosos, cosas que nos preocupan como sociedad, de las cosas que nos tocó vivir; con El eco tenía muchas ganas de moverme de lugar, de respirar un poco y quitar un poco la penumbra que traía, de lo lóbrego que se me ha quedado dentro de mí con mis anteriores trabajos. Necesitaba que esa sombra se disipara un poco. Quería acercarme a la luz así llegué a la comunidad de El Eco, una película con una profunda belleza humana, de actos muy chiquitos y cotidianos como es el cuidar al otro. El eco tiene la profunda esencia de la enorme luz y belleza que tiene México”.

Con su trabajo Tempestad, Elisa Miller se llevó el premio al mejor guion del certamen. Mientras que la mejor actriz resultó Adriana Llabrés por su trabajo en la cinta Todo el silencio y su equivalente masculino fue Sebastián Rojano por su participación en Todos los incendios.