Los modelos meteorológicos nacionales e internacionales fallaron en el pronóstico de intensificación del huracán Otis, lo que marca un parteaguas y hace necesario revisarlos ante el súbito fortalecimiento del fenómeno que alcanzó la categoría 5, consideró Benjamín Martínez López, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) reportó durante la semana que cuando el fenómeno estaba en desarrollo y adquirió la categoría 1 al mediodía del martes, se requirió realizar un vuelo de reconocimiento en un avión cazahuracanes, ya que los modelos numéricos fueron insuficientes para detectar de manera más precisa la fuerza del meteoro, a partir de la conjugación de factores como la temperatura del agua y las condiciones de viento.

“A las 12 del día de hoy (martes), se detectó como un huracán de categoría 1, y a través de un vuelo de reconocimiento que se hizo de un avión cazahuracanes, fue que se detectó que el huracán se había intensificado a categoría 2”, explicó la coordinadora del SMN, Alejandra Méndez Girón, el martes en videoconferencia.

Posteriormente se continuó con el vuelo de reconocimiento y al terminar, ya tenía categoría 3, y derivado de estos parámetros que se obtuvieron, se estimó que el fenómeno se intensificaría aún más.

Para Martínez López una de las razones que explica que Otis haya alcanzado la categoría más destructiva en la escala Saffir-Simpson, es que además de encontrarse con aguas cálidas superiores a 30 grados centígrados en el Pacífico, el fenómeno pasó por la denominada alberca de agua caliente mexicana, una zona en la que las temperaturas del agua son mucho más altas que en el resto del océano.

Por separado, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) apuntó que bajo distintos escenarios de calentamiento global, la ocurrencia de estos eventos será cada vez más frecuente.

México es altamente vulnerable al cambio climático debido a sus condiciones geográficas, económicas y sociales. Un porcentaje importante de la población habita en las zonas costeras, donde también se encuentra gran parte de la riqueza natural como los manglares, las dunas, las lagunas costeras y los arrecifes de coral, expuso.

En tanto, organizaciones ambientalistas señalaron que el impacto de Otis evidencia la contundente crisis climática en el país, por lo que llamaron al gobierno mexicano a instrumentar una política en la materia.

Conexiones Climáticas, la Alianza Mexicana contra el Fracking, Ambulante, la Asamblea de Pueblos Indígenas del Istmo en Defensa de la Tierra, consideraron que los niveles de impacto del meteoro muestran una ausencia de políticas climáticas ligada a la prevención y reducción de los riesgos de desastres.