Opinión
Viernes 27 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Miedo a tener miedo
José Cueli
E

l torero mexicano Luis Procuna decía que él vivía en cada corrida tres miedos: el del toro, el del público y el de tener miedo.

Vaya si sabía de miedos el llamado Berrendito de San Juan, con su típico mechón que lo diferenciaba de los demás.

Después del bombardeo israelí a un hospital ubicado en la franja de Gaza, la bestia feroz de la rumorología nos coloca en el miedo a tener miedo.

Úlcera devoradora de la carne de la república, y por eso peligrosísima para una sociedad que quiere vivir sin megalomanías de poder.

La vida se torna una persecución cotidiana por el miedo a ser engullida. Recuerda el espíritu de los grandes dictadores tras la confusión.

Cada enfrentamiento deja a la sociedad con un olor a muerte, a putrefacción, a caída infinita al vacío.

Farsa violenta, desafío furioso que asombra, indica el fracaso de lo propio, de límites y reglas hacia un pasaje interior regresivo, persecución generadora de pánico que paraliza, atonta, aturde y carga de angustia desgarradora, sin salida.

El yo mexicano se descubre herido, sangrante, humillado, intenta remediar pérdidas sin saber cómo elaborarlas: Los migrantes rumbo a Estados Unidos, con muertos y heridos.

Lucha moderna que quita la lozanía a los árboles, la tranquilidad a los niños. El eco repite salvajes alaridos, la ciudad es presa del pánico, al igual que todo el país.

Temblorosos círculos de luz y sombra en el silencio de la noche mexicana.

Con el vecino país fuertemente equipado de armas nucleares de alto poder, ante la imposibilidad de huir, solos, encerrados, en una amalgama disparatada de ideas que nos tienen en pánico.

¡El miedo a tener miedo paraliza!