Buenos Aires., El candidato del oficialismo de centroizquierda, Sergio Massa, registra una intención de voto de 42.3 por ciento frente a 34.3 por ciento del ultraliberal Javier Milei, de cara a la segunda vuelta presidencial de Argentina del 19 de noviembre, según una encuesta difundida ayer.

El estudio de la consultora Analogías, uno de los primeros tras los comicios generales del domingo pasado, se conoce un día después de una fractura en el otro partido que tenía expectativas de gobernar antes de quedar fuera del balotaje (Juntos por el Cambio), por el polémico respaldo de su candidata de centroderecha, Patricia Bullrich, a Milei.

De los encuestados, 17.5 por ciento manifestaron no tener decidido su sufragio y 5.8 por ciento restante dijo que votará en blanco, según el estudio realizado entre el 23 y el 25 de octubre sobre mil 954 casos.

Sergio Massa capta el primer orden de preferencias, sumando una tercera parte de los votantes de Juan Schiaretti, 60 por ciento de los del Frente de Izquierda, y casi 15 por ciento de los de Juntos por el Cambio, señaló la consultora. En medio de una prolongada crisis económica, el actual ministro de Economía obtuvo sorpresivamente 36.7 por ciento de los votos, frente a 30 por ciento de Milei y 23.8 por ciento de Bullrich, que representa el ala más conservadora de su alianza.

Un sondeo conocido esta semana de CB Consultora mostró a Milei con una intención de voto de 41.6 por ciento frente a 40.4 por ciento de Massa, mientras Proyección Consultores otorgó al postulante oficialista 44.6 por ciento en comparación con 34.2 del economista libertario de cara a la segunda vuelta.

Las encuestas han sido seriamente cuestionadas en los años recientes en Argentina al errar muchos de sus pronósticos electorales. Massa, un peronista de centro, prometió impulsar las exportaciones y aliviar la tensión sobre la moneda local con el ingreso de más divisas, lo que permitiría reducir una inflación anual de 138 por ciento y la pobreza de 40 por ciento.

Milei, un excéntrico economista que ingresó a la política hace dos años y ha negado las causas del cambio climático o la pandemia de covid-19, aseguró que dolarizará la economía, eliminará el banco central y privatizará las empresas públicas.