El fado, que es patrimonio inmaterial de la humanidad, sólo se puede dar si en su ejecución existe la guitarra portuguesa, un instrumento cuya sonoridad es inconfundible y que toca los primeros acordes de este género acústico-bucólico que pide silencio para dar voz al escenario.

Este instrumento de 12 cuerdas de acero que se toca con púas –porque al ejecutante se le podrían romper las uñas– y con sólo dos dedos, el índice y el pulgar (a diferencia de la guitarra clásica que emplea los cinco), es el tema de una nueva entrega del Festival de Fado, que regresa a México para conmover, alegrar y hacer llorar para adentro.

Promovido por una iniciativa privada, cumple 13 años en los que ha estado presente en 17 ciudades de Europa, América Latina, África y Asia. Cada año presenta un concierto y realiza una labor de divulgación de la lengua y cultura portuguesa con exposiciones, conferencias y proyección de películas. Vuelve a México este 9 y 10 de noviembre con la cantante Cuca Roseta a la cabeza de un programa que se presentará en el Teatro de la Ciudad.

Considerada una de las voces más respetadas del fado y con siete discos bajo la firma de productores internacionales, esta artista representa a la nueva generación de fadistas, quienes no se desvinculan en absoluto de la tradición y sí le aportan lecturas diferentes. Ella compone sus propios temas en lugar de interpretar sólo el repertorio clásico. Cuenta con más de 10 años de trayectoria y sus creaciones más destacadas son Amália por Cuca Roseta y recientemente Meu.

En este concierto también escucharemos la ejecución del guitarrista Sandro Costa, quien viene como invitado especial.

La cita en México es en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el 10 de noviembre. Pero un día antes, en la Facultad de Estudios Superiores (FES) Acatlán, de la UNAM, se realizará una exposición, una conferencia y una película para profundizar en el género. Será a las 10 de la mañana que se inaugure la muestra O Fado e a Guitarra Portuguesa; acto seguido de la conferencia A Guitarra Portuguesa (Auditorio Miguel de la Torre Carbó) a cargo de Sandro Costa y a las 12 se exhibirá la película Guitarras à Portuguesa, del documentalista Ivan Dias.

El fado es la música de raíz de Portugal y no tenía un festival por lo que en 2011 decidimos comenzar en Madrid, España, ofreciendo conferencias, una película y una exposición para darlo a conocer en sus diferentes vertientes, comparte con los medios el productor Frederico Carmo.

Traspasar fronteras

Para la cantante Cuca Roseta, es una consigna personal elevar el fado, música que puede traspasar la lengua de las fronteras porque es del alma para el alma.

Cuca afirma que no existe fado sin la guitarra portuguesa. Es tan ecléctica que, incluso, las afinaciones de las guitarras de Lisboa y las de Coimbra son diferentes. Son instrumentos que lloran junto con las cantantes, que cuentan una historia juntos. Los ejecutantes son tan importantes como el que está al frente cantando. Das paso y te dan paso. No es fácil encontrar al guitarrista perfecto. Generalmente se hace magia cuando estamos juntos.

El fado –agrega–es devocional, algo en lo que se tiene que cerrar los ojos y tiene que cantar el alma y la experiencia de vida. La palabra es importante porque es una declamación de poesía. La gente no podrá entender el poema, pero sí la energía que pasa a través de la historia que nosotros contamos.

A Cuca le gusta fusionar, pero también seguir la tradición de las grandes cantantes como Amália Rodrigues, pilar del género. He compartido escenario con Chavela Vargas y Lila Downs y tengo la idea de que en cada país que esté, pueda interpretar alguna de sus piezas tradicionales a mi modo y comenzar en México.

Sandro Costa, estrella de la guitarra portuguesa, coincide con Cuca de que se trata de crear un diálogo entre ese instrumento y las cantantes y ello es lo que determina una interpretación. La guitarra portuguesa y la clásica son totalmente diferentes en la afinación y en el abordaje en cuanto a técnicas.

Asegura que la guitarra portuguesa y sus ejecutantes estaban en la sombra, pero sin estos hombres y mujeres el fado no existiría.

Nueva generación

Interviene Cuca: Hoy día, hay una nueva generación de cantantes, pero su raíz es la misma: la tradición portuguesa y la entrega a la canción que no es superficial, un canto que es interior. Luego de ser patrimonio de la humanidad se fijó en mi país como moda, pero ahora estamos viendo fusiones con otros estilos aunque el tradicional se mantiene vivo en las casas de fado.

Frederico sostiene que en esos lugares tradicionales hay piezas en las que se solicita a los presentes guardar absoluto silencio porque se trata de una presentación intimista y cuanto menos distracciones hayan, mejor, porque hay que concentrarse en el poema y en la música. La voz viene de adentro del estómago, de las vísceras, la gente tiene que estar concentrada. Ahora, eso lo verán en el concierto del Teatro de la Ciudad, donde acompañarán a Cuca Roseta, además de Sandro, Francisco Sales en la guitarra clásica y el maestro José Marino de Freitas en el bajo acústico.

El Festival Internacional de Fado en México se realizará el 9 de noviembre en la FES Acatlán y al día siguiente en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Más información en www.festivalfadomexico.com