Buenos Aires. En el país sorprendente en que se ha transformado Argentina en los últimos tiempos, la inesperada aparición ayer de Patricia Bullrich, la candidata a la presidencia por la coalición derechista Juntos por el Cambio (JxC) derrotada en las elecciones del pasado domingo, hizo estallar las bases mismas de esa alianza cuando anunció que apoya para la segunda vuelta nada menos que a Javier Milei, de La Libertad Avanza, el supuesto libertario y anarcofascista, avalada por el ex presidente Mauricio Macri.

Esto puso en evidencia el comportamiento de Macri, quien mantuvo una serie de reuniones con Milei, además de haber maniobrado para llevar a la derrota en primer término a Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno de esta capital, en las pasadas elecciones internas de agosto.

En un juego de perversión, ante el hecho de que no pudo presentarse como candidato de JxC porque no tenía ninguna posibilidad de ganar, enfrentó a Larreta con Bullrich y luego hizo lo posible para que ésta fuera derrotada, cuando se difundían sus encuentros con Milei, quien incluso sugirió que lo representaría a nivel internacional.

Fue como el estallido de una bomba incendiaria que en realidad lo que incendió fue a JxC, que ya venía mostrando serias diferencias internas.

Esto sucede en momentos en que continúa el escrutinio de los votos en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en la elección de intendentes, y se produjo la inmediata respuesta del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el ex candidato a intendente de esta capital, Martín Lousteau, que encabezaron una conferencia de prensa en la que leyeron un comunicado con la postura oficial de la Unión Cívica Radical (UCR), a la cual pertenecen ambos, e informan que no acompañarán a ninguno candidatos en la segunda vuelta el 19 de noviembre, porque no garantizan el progreso de Argentina.

También hay que mencionar que dentro de la UCR se produce otro tipo de implosión. La cantidad de reuniones en las bases del radicalismo y especialmente entre los jóvenes, han tomado posiciones muy fuertes incluso de apoyo a la oficialista y peronista Unión por la Patria en el sentido de una unidad nacional para enfrentar los mayores problemas del país.

El león Milei, a quien llamó la ex candidata presidencial del Frente de Izquierda Miriam Bregman un gatito mimoso de las corporaciones, ahora aparece en algunos memes abrazado a un patito (Bullrich). Esto es sólo para imaginar en lo que se ha convertido este escenario donde los que se han insultado con ferocidad hasta ayer, hoy amanecen abrazados en un nuevo frente.

El llamado a Macri de Milei, diciendo que lo necesitaba porque estaba muy solo, también llevó al alejamiento de algunos legisladores, que fueron elegidos por La Libertad Avanza, y están renunciando a ese movimiento y formando bloques propios.

Horacio Rodríguez, jefe de gobierno de esta capital, también de JxC, advirtió que no apoyará a ninguno de los dos candidatos que disputarán la segunda vuelta. Desde su punto de vista las dos opciones que se presentan a la segunda vuelta son muy malas para el pueblo argentino, pero que la candidatura a la presidencia de Milei es un salto al vacío. No creo en la venta libre de armas, no creo en la dolarización, no creo en los ataques a la prensa. Las ideas de Milei son peligrosas, su carrera se construyó con base en la agresión. Esto es lo que pienso y cada uno puede elegir por quién votar.

En uno de los análisis de la red El Destape se advierte que esto es un golpe de efecto con giros dramáticos. Macri se quedó con la candidatura de Javier Milei a solo días de la primera vuelta de las elecciones de 2023. El pacto se forjó durante una cena en la casa de Macri y su objetivo manifiesto es trascender los límites partidarios para derrotar al kirchnerismo en las elecciones presidenciales.

El acuerdo incluye la formación de un cogobierno entre el partido de Milei, La Libertad Avanza, y una facción del Pro, en caso de que el libertario gane. Esta unión implica la amalgama de equipos, un gabinete compartido y la adopción de medidas consensuadas que Bullrich presentó a modo de pliego de condiciones.

Un escándalo más que sigue produciendo incertidumbre, a pesar de que el triunfo de Sergio Massa, el abanderado de Unión por la Patria, rescató la esperanza en un electorado sometido a un constante juego de presiones.

Lo extraño en este laberinto es que por estas horas los seguidores de un personaje como Milei, que amenazaba abiertamente al tambaleante sistema democrático y se mostraba desafiando supuestamente a las castas políticas, ahora se desenmascara y provoca una estampida entre quienes lo seguían ciegamente y que han quedado paralizados al borde del abismo.