Jueves 26 de octubre de 2023, p. 31
Moscú. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dirigió ayer, desde su despacho en el Kremlin, maniobras de las fuerzas nucleares del país con uso de sus componentes en tierra, mar y aire.
Este ejercicio, que se lleva a cabo por segundo año consecutivo, obedeció al mismo propósito de comprobar la capacidad de respuesta de Rusia a un eventual ataque nuclear, aunque ya antes Putin había encabezado el lanzamiento de misiles balísticos, como el 19 de febrero del año pasado, unos días antes de comenzar las hostilidades con Ucrania.
Nuestras fuerzas ofensivas estratégicas lanzaron un golpe nuclear masivo para responder a un ataque enemigo
, resumió el ministro de Defensa, Serguei Shoigu, quien detalló que esta vez se probaron misiles balísticos y de crucero, así como submarinos atómicos y dos bombarderos estratégicos Tu-95MC, entre otras armas.
Desde el cosmódromo de Ple-setsk, por ejemplo, se lanzó un misil balístico intercontinental Yars con blanco en el polígino de Kura, península de Kamchatka, a 6 mil kilómetros de distancia, al tiempo que el submarino de propulsión nuclear Tula disparó un misil balístico Sineva desde el mar de Barents, en el Océano Glacial Ártico.
Se cumplieron todas las misiones de estas maniobras
, reportó el Kremlin.
Esta exhibición de músculo nuclear ruso coincidió con la decisión del Consejo de la Federación (Senado), de aprobar el proyecto de ley que revoca la ratificación del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares, que ahora para entrar en vigor sólo necesita que Putin la promulgue.
Y en ese contexto, el viceministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Riabkov, encargado del tema del desarme y de la relación con Estados Unidos, declaró ayer que Moscú recibió una propuesta de Washington para reanudar el diálogo sobre estabilidad estratégica y control de armamento, que no será considerada mientras Estados Unidos no cambie su política abiertamente hostil hacia Rusia
.
Las noticias que llegan de los campos de batalla indican que se mantiene la tendencia de las semanas recientes: Rusia concentra sus ataques contra Avdiivka y Kupiansk, que resisten los embates y causan numerosas bajas al enemigo, al tiempo que las autoridades ucranias instan a la población civil a abandonar, por precaución, estas localidades.
Visita de Shoigu a Donietsk
El ministerio ruso de Defensa informó que su titular, Serguei Shoigu, visitó ayer el puesto de mando de su ejército en la región de Donietsk, donde, dice textual, pudo constatar que se están agotando los recursos del enemigo
.
Casualidad o no, el presidente de Ucrania, Volodymir Zelensky, pedirá este jueves, por videoconferencia, más armas a los líderes de la Unión Europea que se reunirán en Bruselas en un momento en que Hungría parece dispuesta a bloquear la concesión de ayuda financiera adicional a Kiev.
Al respecto, Zelensky elogió la eficacia del armamento occidental, en particular los misiles estadunidenses Atacms de largo alcance, que según él obligó a Rusia a replegar su flota en el mar Negro y a retirar sus aviones de los aeródromos cercanos a la frontera.
Rusia, también de forma fortuita, o no, dio a conocer el mismo día que su defensa antiaérea derribó dos misiles Atacms. En la pasada jornada fueron interceptados dos misiles tácticos de producción estadunidense
, afirmó de manera escueta el ministerio ruso de Defensa en su más reciente parte de guerra diario, sin precisar dónde ocurrieron los hechos.
Mientras, en Kiev esperan que de un momento a otro la administración de Joe Biden apruebe el enésimo paquete de ayuda militar por 150 millones de dólares, que sería la 49 desde febrero de 2022, la cual podría incluir cohetes para los sistemas Himars, proyectiles para los complejos Nasams, misiles antitanque TOW y otras armas.