e rápida e inesperada evolución, el fenómeno meteorológico denominado Otis provocó una tragedia de dimensiones aún imprecisas en el puerto de Acapulco, pero también aceleró la confrontación política en la Ciudad de México entre la oposición y el oficialismo, sobre todo en cuanto a la presunta inexistencia de fondos gubernamentales para atender este tipo de desastres.
Los contrincantes de la llamada Cuarta Transformación criticaron la presunta respuesta tardía de las autoridades federales y estatales y, aún más, la falta de previsiones oportunas. Distintos especialistas apuntaron ayer que no había condiciones para anticipar el alto grado de peligro que en horas fue alcanzando el huracán Otis. En los primeros análisis se habló del cambio climático como fuente de fenómenos intempestivos que se irán repitiendo.
Por otra parte, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, aseguró que con otra etiquetación, pero sí existe un programa con recursos (18 mil millones de pesos) para atender desastres naturales. Sin embargo, la oposición sostuvo que el dinero del fondo original, llamado Fonden, fue robado
y que se carece de reservas para el auxilio eficaz en Acapulco. Tiempos de narrativas electorales casi inamovibles.
El primer escollo que deberá superar Samuel García en su pretensión de mostrarse como aspirante presidencial con empaque se lo ha puesto el congreso de Nuevo León al concederle licencia por seis meses a fin de que intente ser candidato de Movimiento Ciudadano en 2024 pero, al mismo tiempo, le ha obstruido la continuidad política al nombrar como gobernador interino no a quien propuso el joven naranja, sino a una pieza contraria, Arturo Salinas Garza, presidente del Poder Judicial estatal, quien tres veces fue legislador panista.
Suele suceder, en condiciones políticas menos confrontadas, que los opositores a un gobernante acepten que el sustituto circunstancial provenga del mismo partido en el poder y, más específicamente, del grupo de ese mandatario. Pero en Nuevo León, Samuel García no ha logrado sosegar las aguas partidistas adversas.
Por el contrario, sus opositores lo acusan de persecución política y administrativa, y esas malas relaciones se han manifestado a la hora de la citada licencia: sí autorizaron que el esposo de Mariana Rodríguez se aventure hacia 2024, pero no aceptaron que dejara como relevo a su secretario general de gobierno, Javier Navarro Velasco, y han impuesto a Salinas, ex panista que en seis meses podría abollar la nave futurista Fosfo fosfo.
Desde luego, la decisión del congreso estatal podrá ser recurrida por García, quien ya había lanzado al Instituto Nacional Electoral una solicitud de esclarecimiento respecto a la viabilidad de la licencia al cargo. El punto de litigio radicará, si se llega a tribunales, en la treta que planteó Samuel al pedir licencia, pues invocó ordenamientos estatales y federales para tratar de sostener su facultad de dejar un interino a su gusto.
Ya se verá si el precandidato naranja logra superar el escollo o termina siendo exhibido por los diputados panistas y priístas como incapaz de operar adecuadamente su propia sucesión interina. Ayer mismo se argumentó que es ilegal la designación de Salinas Garza, quien tomaría posesión el 2 de diciembre.
Al mismo tiempo, Samuel García se mostró indeciso: la solicitud de licencia, señaló, fue para salvaguardar mi derecho para participar en una elección. Nada está decidido aún, sigo concentrado en Nuevo León (...) Tengo claro que no vamos a poner en riesgo la construcción del nuevo Nuevo León, dejándolo en manos de la vieja política que mucho daño ha hecho ya
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Astillas
En la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena estiman que la resolución de la queja presentada por Marcelo Ebrard se llevará unas tres semanas, pues falta desahogar varias fases procesales… Y, mientras Morena lanza su convocatoria para aspirantes a diputados y senadores, ¡hasta mañana!
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