Antes de perder toda comunicación con Acapulco, Guerrero, algunos ciudadanos alcanzaron a difundir en las redes sociales sus testimonios de lo que vivieron durante el impacto del huracán Otis, que azotó el puerto con vientos de 270 kilómetros por hora y rachas de hasta 330.

Luisa Peña narró en la red social X (antes Twitter): “son las 3:15 de la mañana, estoy en Acapulco, en el hotel Princess. Acaba de pasar lo más cañón. Estuve en el ojo del huracán. Me acaban de rescatar. Alrededor de las 11 de la noche (del martes) se fue la luz.

“Los vientos estuvieron a todo lo que daba, 260 (kilómetros por hora) o más. Me escondí en el clóset, literal, me puse a rezar, a meditar, a calmarme, aunque el pánico se apoderó de mí a tal grado que lo único que pedía fue una oportunidad más.

“Yo sé que no soy la única, hay mucha gente, yo soy afortunada. Estoy aquí, todo bien, no me pasó nada. Aquí reportan que todavía no saben cuáles son los daños más allá de los materiales, pero les puedo decir que todo está destruido.

“En mi cuarto (del hotel) se cayó el techo, se rompieron los vidrios, se inundó el suelo, a partir del piso cuatro para arriba están sin luz.

Esto no es nada, literal. Cuando bajaba las escaleras vi piso por piso, todo está destrozado. Seguramente ya se enterarán mañana. Toda la gente del hotel nos resguardamos y esperando a ver qué procede, alertó.

Otro huésped del hotel Princess, ubicado en la zona Diamante, difundió un video en el que describió: “Ese de ahí, el de la esquina, era mi cuarto, completamente destruido.

El domo del vestíbulo se derrumbó, por lo que el agua ingresó al inmueble. Paneles solares y mobiliario cayeron al piso, varios vehículos quedaron abollados y amontonados.

A su vez, Citlali Portillo, administradora de una residencia para turistas, declaró a una cadena televisiva. Los daños materiales son devastadores, no tenemos agua, no tenemos luz, pero estamos sanos y salvos, expresó.

¡El edificio se movía como si fuera un sismo y se movió así durante dos horas!, indicó la mujer, quien agregó que se resguardó en la tina de un baño. Así es como nos salvamos.

Aseguró que siguió los protocolos de seguridad correspondientes, pero el huracán rebasó toda medida. Nos dijeron que vamos a poder salir (del puerto) hasta el viernes, añadió angustiada.

Por los cortes en el suministro de electricidad, telefonía e Internet, turistas que vacacionaban en Acapulco quedaron varados y no pudieron comunicarse durante todo el día con sus familiares. No nos dejan salir, estamos incomunicados. Ojalá alguien de mi familia me vea para que sepan que estoy bien, mencionó Nely Palacios.

Nos disponíamos a descansar, nos encontrábamos en el noveno piso del hotel Ritz. Los vidrios empezaron a tronar muchísimo y nos resguardamos con barricadas que hicieron niños, mujeres, hombres (...) muchos resultaron heridos por vidrios, explicó con la voz entrecortada.

“Otis fue devastador, sin antecedente histórico en Acapulco. Todo lo que vi está destrozado”, afirmó otro usuario de la red social X. No hay manera de comunicar lo que está pasando, destacó.

En las primeras imágenes difundidas tras el impacto de Otis se observó a ciudadanos y turistas que caminaban por la emblemática avenida Costera Miguel Alemán sorprendidos al ver la devastación que dejó el meteoro.

A su paso, veían edificios con destrozos, palmeras y árboles arrancados de raíz; autos volcados y varios sectores completamente inundados.