Madrid. El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y la coalición de 15 partidos de izquierda Sumar sellaron ayer el primer gran acuerdo para formar gobierno en España, si logran sacar adelante el resto de negociaciones pendientes y más complejas podrían confirmar la relección de Pedro Sánchez como presidente del gobierno español.

El acuerdo contempla importantes medidas sociales, como la reducción de la jornada laboral semanal a 37 horas y media, el aumento de las semanas de baja por motivos de paternidad o maternidad, así como la eliminación, por causas climáticas, de todos los vuelos comerciales de menos de dos horas y media que tengan alguna alternativa por tren.

En un acto en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Sánchez, y la dirigente de Sumar y vicepresidenta segunda del gobierno en funciones, Yolanda Díaz, presentaron el acuerdo alcanzado en la madrugada de ayer. Ambos explicaron las líneas básicas del plan sin permitir preguntas a la prensa.

Sánchez argumentó que es imprescindible consolidar las reformas para ampliar el estado de bienestar, ya que aún queda mucho por hacer. Contamos con el proyecto, la ilusión, las ideas y los equipos para avanzar más rápido, y estamos con ilusión y con las mismas ganas que el primer día.

Si bien el acuerdo entre el PSOE, con 121 diputados, y Sumar, con 31, supondrá el principal núcleo del futuro gobierno, todavía tienen por delante duras negociaciones con otros grupos parlamentarios para lograr la mayoría necesaria.

Los partidos con los que deberán negociar son Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts per Catalunya (JxCat), que exigen la aprobación de un ley general de amnistía para todos los participantes en el proceso separatista unilateral de octubre de 2017, un compromiso por escrito de que el futuro gobierno español trabajará para que se pueda votar de forma legal y consensuada en un referendo de autodeterminación, y la negociación de la deuda histórica del Estado español con Cataluña, que según las fuerzas nacionalistas ascende a 450 mil millones de euros.

El gran escollo de la negociación es el pacto con JxCat y su máximo líder, el ex presidente catalán Carles Puigdemont, a raíz de que una consulta entre sus propias bases sobre la forma de afrontar las negociaciones arrojó un claro resultado de bloquear la investidura de Sánchez, tal como lo decidió 74.9 por ciento de los militantes del denominado Consell (Consejo) por la República.

Además, estarían pendientes los pactos con EH-Bildu y con el Partido Nacionalista Vasco, que reclaman a cambio más competencias autonómicas y una serie de reivindicaciones para superar el histórico conflicto en la región, entre ellas el acercamiento definitivo de los presos de la organización armada vasca ETA.