Miércoles 25 de octubre de 2023, p. 30
El sindicato United Auto Workers (UAW) comenzó ayer una huelga en una planta de montaje de General Motors (GM) en Texas que fabrica los vehículos utilitarios rentables del fabricante estadunidense, en otra ampliación significativa de la protesta laboral.
La decisión se produce un día después de una extensión de la huelga a una gran fábrica de su competidora Stellantis.
La UAW dijo en un comunicado que otros 5 mil trabajadores se sumaron a la huelga, que llega así al lugar donde se fabrican algunos de los vehículos más rentables de GM, como Chevy Tahoe, Chevy Suburban, GMC Yukon y Cadillac Escalade.
El paro en Arlington Assembly eleva a más de 45 mil el número de miembros del sindicato UAW en huelga en los tres grandes fabricantes de autos, cuando la huelga está a punto de cumplir seis semanas.
Los trabajadores demandan a los tres grandes
del sector en Estados Unidos (GM, Ford y Stellantis) mejoras salariales acordes con los resultados financieros de las firmas.
GM anunció ayer que reportó una ganancia neta por acción de 2.28 dólares en el tercer trimestre, cuando el consenso de los analistas preveía 1.87 dólares. Su ganancia neta interanual cayó 7.3 por ciento, a 3 mil 60 millones de dólares, mientras su facturación aumentó en 5.4 por ciento interanual, hasta llegar a 44 mil 130 millones de dólares.
Otro trimestre récord, otro año histórico. Como decimos desde hace meses: ganancias sin precedente conllevan contratos que rompen marca
, comentó Shawn Fain, presidente de la UAW, citado en un comunicado luego de conocerse los resultados.
Ayer mismo, GM retiró sus previsiones de beneficios para 2023 y de producción de vehículos eléctricos a corto plazo, con el argumento de que los costos relacionados con las huelgas aumentaron hasta 200 millones de dólares semanales durante octubre.