Política
Miércoles 25 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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El Papa, antagonista de Javier Milei
Bernardo Barranco V.
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a mañana del lunes, el papa Francisco esbozó una leve sonrisa. El pontífice se enteró del resultado electoral en Argentina: el peronista Sergio Massa (36.7 por ciento) remonta y el ultraderechista Javier Milei (30 por ciento) se relega a una segunda posición. Contento dedica su oración al pueblo argentino.

La presidencia se definirá en el llamado balotaje el 19 de noviembre próximo. El balotaje o segunda vuelta tiene lugar cuando el candidato o candidata más votado no alcanza más de 45 por ciento de los votos válidamente emitidos, ni más de 40 por ciento, pero con una diferencia de más de 10 puntos con el segundo lugar. Desde Santa Martha, hostal del Vaticano donde vive el Papa, Francisco está animado y contento. Sabe que Javier Milei ha llegado a su techo y se ha estancado.

El Papa y Milei han tenido relaciones ríspidas en los últimos meses. Las agresiones verbales del candidato ultraderechista han provocado a Francisco intervenir en el proceso electoral argentino.

En declaraciones del pontífice a la agencia argentina de noticias Télam, embistió contra los payasos del mesianismo; fue una puntilla, una referencia directa a Javier Milei, candidato presidencial de la ultraderecha que se perfilaba como uno de los favoritos para los comicios del pasado domingo 22 de octubre. Cuando viene un salvador sin historia, sospechá, señaló el Papa en la entrevista. Sin dar nombres, la alusión era indiscutible. Semanas atrás, a la CN5, de manera indirecta imputó al candidato de La Libertad Avanza como el Adolfito de la política, en clara alusión al dictador alemán Adolf Hitler.

Inevitable preguntarnos si los furtivos posicionamientos del Papa contra Milei han incidido en el ánimo del votante. ¿Francisco asediará indirectamente a Milei en la segunda vuelta?

Lo cierto es que Javier Milei se lo ha ganado. A lo largo de estos meses ha tenido duras críticas hacia el líder de la Iglesia católica. En diversos programas de radio y televisión acusó al Papa de comunista, de encarnar al maligno, de faltar al evangelio y de ser un imbécil que defiende la justicia social, que es una aberración. En uno de varios arranques, arremetió así: El Papa, lo voy a decir de frente, es el representante del maligno en la tierra, ocupando el trono de la casa de Dios. ¿Sabías que el Papa impulsa el comunismo con todos los desastres que causó y eso va en contra de todas las sagradas escrituras?

Como señala José Natanson, el ascenso de Milei es la apuesta de los ultraneoliberales. Su irrupción electoral se explica por la crisis social profunda que vive la sociedad argentina, por su rechazo a la política tradicional y por su capacidad para expresar las nuevas sensibilidades formateadas por un mercado laboral salvaje. A ello habría que agregar un voto más duro, ideológico: el de los sectores convencidos que creen en su propuesta de dinamitar el Banco Central, recortar el Estado al mínimo y privatizar la educación y la salud; y el voto del sector conservador tradicional, que encontró en Milei un candidato que promete derogar la despenalización del aborto, aprobada hace sólo dos años, y retrotraer los avances en materia de igualdad de género, derechos de la minorías sexuales, diversidad y tolerancia.

En esa lógica, la narrativa del papa Francisco resulta anticlimática. El pontífice aboga por defender a los pobres, por la solidaridad, defensa de la naturaleza y la justicia social. Ampara los programas sociales que se han venido instalando en Argentina, fruto de largas luchas ciudadanas.

Francisco resulta incómodo a la derecha política y religiosa en Argentina. Sabiendo de esta fractura, el candidato presidencial peronista Sergio Massa, en la sección de preguntas cruzadas del segundo debate, exigió a Milei disculparse con Francisco, así lo dijo: Javier, más que una pregunta te quiero hacer un pedido. La Argentina tiene millones de fieles católicos y ofendiste al jefe de la Iglesia. Quiero que aproveches estos 45 segundos para pedirle perdón al Papa, que es el argentino más importante de la historia. El arrogante candidato ultraderechista titubeó y con balbuceos dijo: “Parece que estás poco informado, porque ya había pedido perdón por eso, y lo volvería a hacer, porque no tengo problema en eso, porque si me equivoco, no tengo problema en repetir que estoy arrepentido por eso… Además, una de las cosas que dije es que si el Papa quería venir a la Argentina, se lo iba a respetar no sólo como jefe de Estado, sino como líder de la Iglesia católica, por lo tanto, dale, dejá de chicanear”.

La lucha por la presidencia no sólo es política, sino también religiosa. La compañera de fórmula de Milei es Victoria Villarruel, una abogada hija de militares, polémica por su apoyo a la dictadura militar. Victoria asiste a misas preconciliares de la congregación lefebvrista, de la cual es simpatizante; ultraconservadora, simpatiza con los cultos preconciliares que tienen lugar en una capilla perteneciente a la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, la congregación que fundó a principios de los años 60 el arzobispo católico francés Marcel Lefebvre y que en 1988 consumó el último cisma con la Iglesia católica.

Milei es anti-Francisco. Ningún político en América Latina se atrevería a insultar al santo padre. Su osadía ha rayado en el escándalo. El catolicismo reformador del pontífice contradice sus propuestas radicales. Pero sabe que se ha pasado de la raya y que puede tener un costo político incalculable.