Martes 24 de octubre de 2023, p. 31
Tijuana, BC.,Con un desalojo en el que se lanzaron granadas de gas lacrimógeno, se detuvo a varios choferes y dos reporteros y dos policías resultaron descalabrados, terminó el bloqueo que conductores de taxis colectivos de la línea Negro y Rojo mantenían en el bulevar Díaz Ordaz, a la altura de la intersección conocida como 5 y 10.
Los operadores se manifestaron en rechazo al cobro de multas excesivas y acoso del que dijeron ser objeto por parte de personal del Instituto de Movilidad Social (Imos) del estado.
A las 7 de la mañana de ayer, los taxistas colocaron sus unidades a lo largo de los carriles de dicha vía, una de las más transitadas de la ciudad, por lo que peatones y automovilistas quedaron varados en uno y otro extremo de la urbe.
Antes de las 11 de la mañana, luego de que el director del Imos, Jorge Gutiérrez Topete, se retiró por no lograr entablar un diálogo con los inconformes, los agentes antimotines se formaron para llamar a los manifestantes a que se marcharan, pero éstos –algunos con cubrebocas y otros con el rostro cubierto– se negaron.
Entonces la primera granada de gas fue arrojada por algún uniformado, por lo que uno de los taxistas avanzó con su vehículo y amagó con embestirlos; en respuesta, la unidad antiasaltos de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana (FESC) se interpuso entre los choferes y los efectivos.
En imágenes captadas con dron se observa cuando el chofer es detenido, al tiempo que sus compañeros intentan responder a la agresión lanzando el contenido de algún extintor, piedras y llantas.
A las pedradas, los agentes respondieron de la misma manera, además de golpes de tolete, mientras se protegían con sus escudos, y hubo algunos encontronazos.
El gobierno del estado condenó las agresiones de los taxistas a por lo menos cinco elementos de la FESC, así como a periodistas.