Río De Janeiro., Al menos 35 autobuses y un tren fueron incendiados ayer en Río de Janeiro en ataques atribuidos a bandidos como respuesta al operativo policial que dio muerte a un líder de la mayor milicia que actúa en la ciudad, informaron fuentes oficiales.

Los ataques fueron cometidos en la zona oeste de Río de Janeiro, principal territorio dominado por la milicia, tras la muerte de Matheus Rezende Faustao, en la favela de Tres Pontos.

Rezende era considerado el segundo en la jerarquía del grupo criminal comandado por su tío, y es el tercer miembro de la familia que muere a manos de la policía.

Además de los incendios en los 35 autobuses y al tren, la Avenida Brasil, principal vía de entrada y salida de Río de Janeiro, llegó a ser cerrada por los milicianos.

De los 35 autobuses incendiados, 20 eran de líneas municipales, cinco de líneas privadas y otros de turismo.

Al menos 12 personas fueron detenidas tras los ataques. Imágenes de televisión y captadas por teléfonos celulares muestran a pasajeros bajando apresurados de los autobuses para no morir quemados.

Unas 45 escuelas municipales de la zona oeste de Río de Janeiro se vieron afectadas perjudicando a más de 17 mil alumnos.

No pararemos. Nuestras acciones para reprimir la delincuencia organizada han dado resultados diarios, afirmó el gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro.

“Además de su parentesco con el líder de la milicia, Faustao actuaba como ‘hombre de guerra’ del grupo paramilitar, y era el principal responsable de las disputas territoriales que aterrorizan a los residentes en Río de Janeiro. Que el crimen organizado no se atreva a desafiar el poder del Estado”, advirtió el gobernador.

La milicia está formada por agentes de los cuerpos de seguridad, activos y retirados, que actúan como la mafia, dominando barriadas completas donde imponen su ley y obligan a los vecinos a comprar o usar los productos que ellos decidan, ya sea en Internet, televisión por cable o incluso transporte.

En otro orden, un tiroteo en una escuela de la ciudad de Sao Paulo dejó ayer una estudiante de 17 años muerta y tres heridos, informaron las autoridades, que detuvieron al atacante, alumno del plantel.

El diario Folha de Sao Paulo identificó al agresor como un estudiante víctima de bullying, y que la víctima fatal recibió un disparo en la cabeza.

El ataque fue perpetrado por la mañana en la escuela pública Sapopemba, en la zona este de la ciudad, que según las autoridades tiene unos mil 800 alumnos.

Los heridos, dos chicas y un chico, se encuentran fuera de peligro, aseguró en rueda de prensa el gobernador Tarcisio de Freitas, quien se dijo consternado con esta nueva tragedia en un centro educativo.

Un tercer estudiante resultó lastimado en la estampida para escapar.

Hasta el momento se desconoce el móvil del ataque.

Es el primer tiroteo escolar en Brasil en varios meses, luego de una serie de incidentes este año. Ha habido casi dos docenas de episodios violentos en escuelas de Brasil desde 2000, la mitad en los últimos 18 meses.

En abril pasado, el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva lanzó una campaña multidisciplinaria a nivel federal, estatal y municipal para combatir la tendencia.

Mis condolencias a la familia de la joven asesinada y a los alumnos heridos, escribió Lula en la red social X. No podemos normalizar que las armas sean accesibles a los jóvenes, señaló.