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Encuentran ropa de presuntas víctimas de la guerra sucia en cuartel de Guerrero
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▲ La arqueóloga forense Lilia Iris Rodríguez, acompañada del activista Octaviano Gervasio Serrano, en representación de familiares de personas desaparecidas durante la guerra sucia, muestra las evidencias halladas durante las jornadas de excavación realizadas en el municipio de Atoyac de Álvarez.Foto Sergio Ocampo
Sergio Ocampo Arista
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 23 de octubre de 2023, p. 33

Chilpancingo, Gro., Prendas que presumiblemente pertenecieron a víctimas de la guerra sucia (1969-1979) fueron encontradas durante la búsqueda de evidencias del caso Rosendo Radilla, en las instalaciones del 27 Batallón de Infantería, con sede en el municipio de Atoyac de Álvarez, en la Costa Grande de Guerrero, lo que podría aportar información para identificar a víctimas de desaparición forzada, informó la arqueóloga Lilia Iris Rodríguez.

En conferencia de prensa, acompañada por miembros del Colectivo de Esposas e Hijos de Desaparecidos y Desplazados de la Guerra Sucia en el municipio de Atoyac de Alvarez, la también catedrática de la Escuela Nacional de Antropología e Historia explicó que de 2017 a 2019, a partir de las excavaciones en la Ciudad de los Servicios en Atoyac, con un equipo de antropología forense que se hizo cargo del caso de Rosendo Radilla, se aplicó una estrategia diferente a la usada en la antropología forense.

Detalló que, retomando experiencias de trabajos de investigación sobre desaparición forzada en España, Argentina, Brasil, Uruguay y Ruanda, en los que ha participado, “identificamos cómo el Estado, en todo el contexto latinoamericano, ha tenido estrategias muy conocidas, como el caso de los vuelos de la muerte”.

Dijo que hay que dar continuidad a las indagatorias en el caso de la guerra sucia; no hay que dejar que pase; nosotros fuimos llamados por la Fiscalía General de la República (FGR) con el acuerdo de trabajar con los elementos que se obtuvieron y que no fueron reconocidos por el órgano desde una línea de arqueología histórica.

Iris Rodríguez precisó que se trata de identificar las ropas encontradas en seis excavaciones y mostrar estos elementos que hasta ahora no son reconocidos por la FGR, que pueden servir como elementos de investigación científica para articular y reactivar estas indagatorias.

En las seis diligencias, el equipo de antropología forense recuperó prendas; en las cinco anteriores también, pero fueron regresadas a los pozos y los taparon. En la sexta, solicitamos a la FGR que permitiera rescatar las vestimentas para estudiarlas desde una perspectiva de arqueología histórica.

La antropóloga mostró datos y fotografías de la indumentaria. En el área 4 de reapertura se encuentra la bolsa 2, que contiene 108 calcetines, 323 fragmentos de tela y prendas, 16 con huellas de fuego; tres empaques de plástico con cordeles tejidos y otros fragmentos.

En la bolsa 2 hay medicinas y 84 botellas de inyecciones; la 3 contiene zapatos y vidrios. Ahí también hay 40 suelas de calzado y 17 botellas de vidrio, y en la 4 se encontraron 43 cajetillas plásticas de fósforos.

En tanto, Octaviano Gervasio Serrano, en nombre de los colectivos de víctimas de desaparición forzada, señaló que los familiares desconocían la existencia de estas prendas. Son más de tres cajas con estas pruebas, lo que evidencia la irresponsabilidad y omisión por parte de los peritos del Ministerio Público de la Federación, porque no consideraron un indicio importante las ropas que llevaban puestas las víctimas.