Palenque, Chis., Nueve naciones latinoamericanas acordaron incorporar en la Declaratoria de Palenque el respaldo a Cuba frente al bloqueo económico de Estados Unidos. Exhortaron a ambos gobiernos a reanudar un diálogo lo más pronto posible por el impacto de esas medidas unilaterales en la población del país caribeño, que han alentado una creciente migración.

El gobierno de la isla dijo estar dispuesto a atender ese llamado regional para sentarse a la mesa, y remarcó que está en Washington la voluntad para concretarlo.

Durante los trabajos del Encuentro de Palenque: Por una vecindad fraterna y con bienestar, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, resaltó que en el caso de sus connacionales, los motivos para migrar se ven estimulados significativamente por la política de hostilidad de Estados Unidos hacia nuestro país.

En su discurso ante los mandatarios asistentes, entre ellos el convocante, Andrés Manuel López Obrador, el líder cubano alertó sobre tres causas de la migración de sus connacionales: en primer lugar, el bloqueo económico, que con medidas coercitivas deprime el nivel de vida de los cubanos, reduce sus ingresos reales y les hace sufrir hambre y miseria. La injusta, absurda y arbitraria calificación de Cuba como Estado patrocinador del terrorismo tiene un peso significativo en el efecto económico de esa política.

En segundo lugar –de acuerdo con sus palabras, que se difundieron anoche a través de los canales oficiales de su gobierno–, indicó que por razones políticas, la Casa Blanca otorga un tratamiento privilegiado a los cubanos que llegan a sus fronteras sur o marítimas con el fin de establecerse de forma permanente en ese país, pues son aceptados sin importar el estatus en el que llegaron, a diferencia de los connacionales de otros países.

Un tercer factor, agregó Díaz-Canel, tiene que ver con la llamada Ley de Ajuste Cubano, que ofrece a los migrantes provenientes de la isla el privilegio singular de poder normalizar su situación y convertirse en residente permanente tras un año de haber entrado a territorio estadunidense, del cual no gozan los migrantes de ninguna otra nación.

Como parte la declaratoria final de los trabajos en Palenque, los gobiernos de Belice, Colombia, Costa Rica, El Salvador, Haití, Honduras, México, Panamá y Venezuela respaldaron a la isla y llamaron a que junto con la Casa Blanca retome las charlas para poner fin al embargo impuesto en febrero de 1962 por el gobierno de John F. Kennedy.

El tema ha sido motivo de constante crítica de parte del presidente López Obrador, quien en varias ocasiones ha insistido en que el bloqueo es una medida inhumana y unilateral.

Al leer los acuerdos, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, expuso: “Los jefes de Estado y de gobierno acordaron agregar un acápite adicional que lee: ‘Proponer a los gobiernos de Cuba y Estados Unidos a sostener en el menor tiempo posible un diálogo integral sobre sus relaciones bilaterales’”.

En respuesta, durante el mensaje final ante medios de comunicación, el viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío Domínguez, aseguró: Está en manos de Estados Unidos resolverlo, podría actuar si tiene el interés de resolver el problema, y por eso nosotros acogemos y aceptamos la invitación que nos hace la región, en el comunicado, a estar dispuestos a sentarnos a dialogar sobre los problemas entre los dos países, las relaciones bilaterales de un modo integral.