Domingo 22 de octubre de 2023, p. 10
Palenque, Chis., El reto para el hemisferio no es sencillo: los cálculos conservadores estadunidenses estiman que 20 millones de personas cruzan por las Américas de manera irregular, generando severos impactos en la región.
Las históricas políticas migratorias dictadas desde Washington –basadas en una lógica prohibicionista y coercitiva– han fracasado y, sin importar los riesgos, millones de personas emprenden la travesía.
Los innumerables testimonios transmitidos en los diferentes medios develan que, aun cuando cada uno tiene su propia historia y objetivos, el común denominador es que los migrantes dejan todo atrás: su origen, sus arraigos, su familia, para emprender el duro camino en busca de oportunidades de desarrollo que no encontraron en sus países y sólo podrán obtener en Estados Unidos.
Frente a esta crisis humanitaria, fueron convocados por el presidente Andrés Manuel López Obrador los líderes de 12 naciones latinoamericanas para abordar el fenómeno y sus causas estructurales.
De acuerdo con la convocatoria, el encuentro Por una vecindad fraterna y con bienestar
tiene por objetivo que los países participantes –impactados por tránsito, origen o destino– dialoguen al más alto nivel para acordar soluciones integrales.
Las respuestas requieren –se señala en el documento– de políticas conjuntas con un enfoque humanista, desarrollo y solidaridad; enfocarse en atender prioritariamente las causas estructurales de la migración, partiendo de las realidades de cada una de las naciones, como propone el gobierno mexicano.
Los trabajos serán encabezados por López Obrador y participarán delegaciones de Belice, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá y Venezuela.
Fuentes diplomáticas de algunas de las delegaciones que participarán en los trabajos, detallaron a La Jornada que los debates se centrarán en cinco ejes: estrategia regional de desarrollo a partir de prioridades nacionales, vías ordenadas de migración y movilidad laboral, ampliación de visas de trabajo, compromisos de colaboración migratoria y bases de datos y estadísticas confiables en la materia.
Confirmaron su presencia los presidentes de Colombia, Gustavo Petro; de Cuba, Miguel Díaz-Canel; de Honduras, Xiomara Castro, y de Venezuela, Nicolás Maduro; el primer ministro de Haití, Ariel Henry; el vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa; el viceprimer ministro de Belice, Cordel Hyde; y los cancilleres del resto de los países.
Una ventana de oportunidad
Las fuentes consultadas resaltaron que López Obrador ha detectado que el contexto geopolítico actual abre una ventana de oportunidad
para que, una vez de acuerdo los participantes, presenten sus propuestas al gobierno de Joe Biden y sumar consensos con la Casa Blanca, actor central en esta crisis.
Hay confianza de que los líderes confluyan en el diagnóstico de México para avanzar en la relación con Washington no sólo respecto de la crisis migratoria, sino extenderlo hacia uno nuevo que incluya la relación con Cuba y Venezuela.
Uno de los funcionarios de alto nivel consultados estimó que las recientes investigaciones abiertas por la fiscalía estadunidense por corrupción contra el senador demócrata Bob Menéndez –con años de gran incidencia en la política de Washington hacia América Latina y que enfrenta cargos por presuntamente recibir millonarios sobornos de tres empresarios– ofrece a la administración Biden un margen de oportunidad
para rencauzar la relación con Latinoamérica.
La cancillería mexicana informó el viernes que se analizarán las causas de la movilidad humana: pobreza, desigualdad, falta de oportunidades laborales, los efectos negativos del cambio climático y medidas unilaterales externas que alientan la migración a sectores vulnerables.
Los números evidencian el tamaño del desafío. Datos oficiales de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos indican que en lo que va del año fiscal 2023 (octubre a agosto), 2 millones 206 mil 39 migrantes fueron detenidos al intentar cruzar la frontera.
Poco más de la mitad, un millón 116 mil 48 personas eran de Venezuela, Haití, Nicaragua, Ecuador, Cuba y de países de Asia y África. Un millón 89 mil 991 restantes provenían de México, El Salvador, Honduras y Guatemala.
Se estima que este año fiscal –que cierra el próximo mes para los estadunidenses– supere a 2022, cuando se registró la detención de 2 millones 378 mil 944 migrantes.
Un año antes, el número alcanzó un millón 734 mil 666 y 2020 ha sido el que registra la cifra mas baja de los últimos años, 458 mil 88, a causa de la pandemia.
La situación para México no es distinta. Cifras de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación muestran que entre enero y agosto de 2023 han sido detenidos 402 mil 324 migrantes irregulares, de los cuales 43.8 por ciento eran sudamericanos. Esto es, 60.9 por ciento más alta que el mismo periodo del año pasado.
La mayoría, 110 mil 30 (27.3 por ciento) eran venezolanos, 70 mil 996 (17.6 por ciento) hondureños, 48 mil 369 (12 por ciento) guatemaltecos y 37 mil 821 (9.4 por ciento) ecuatorianos, de acuerdo con datos de la Unidad de Política Migratoria de Gobernación.
Hace falta que en la región nos demos cuenta de esto. Si se quiere aprovechar esta ventana de oportunidad hay que asumir también que no podemos decir que a ver México cómo le hace solo (en la cuestión migratoria)
, señaló un diplomático de alto nivel buscado por La Jornada.
Ayuda humanitaria
La iniciativa de López Obrador se da en paralelo a otro esfuerzo regional derivado de la Cumbre de las Américas efectuada en Los Ángeles en junio de 2023 a la que siguió un encuentro de cancilleres en Lima, de la que se desprenden un conjunto de compromisos.
A diferencia del objetivo de la reunión, centrado en atender las causas, las acciones derivadas de Lima pugnan principalmente por mecanismos para regular la migración o en gestionar ayuda humanitaria para quienes están en tránsito.
En el seguimiento a la declaración de Los Ángeles hay un reconocimiento implícito de que una preocupación central es el creciente flujo de migrantes venezolanos. Estados Unidos comprometió más de 314 millones de dólares en ayuda humanitaria y al desarrollo para la región, con casi 103 millones de dólares en fondos de apoyo humanitario de la Oficina de Población, Refugiados y Migración para los refugiados y migrantes venezolanos.
En los compromisos asumidos por el gobierno estadunidense para este año, se ofrecieron además 171 millones de dólares de la Oficina de Ayuda Humanitaria de USAID para proporcionar fondos de ayuda humanitaria y asistencia alimentaria de emergencia a los migrantes y refugiados venezolanos en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. Impulsada por el presidente Joe Biden, para apuntalar la declaración de Los Ángeles anunció 817 millones de dólares para lograr los objetivos.
Esto incluye, según el documento, más de 240 millones de dólares en nueva ayuda humanitaria y de seguridad regional para los impulsores inmediatos y las causas profundas de la migración anunciadas en Lima. Contempla 376 millones de dólares para los afectados por la crisis regional de Venezuela.