Camiones con ayuda entraron este sábado en Gaza, por primera vez desde que Israel selló el paso después del ataque letal de Hamas, hace dos semanas. Pero las agencias de ayuda han advertido que es una minúscula fracción de lo que se requiere para aliviar la crisis humanitaria.

Hubo aclamaciones a los trabajadores de ayuda en la frontera egipcia cuando el convoy que lleva ataúdes y medicinas cruzó el paso de Rafá hacia el enclave sitiado, que enfrenta bombardeos casi continuos de Israel en su guerra contra Hamas.

Los 2.3 millones de habitantes de Gaza viven bajo lo que Israel llama un sitio total, a la vez que prepara su ataque contra Hamas, cuya incursión transfronteriza dejó mil 400 personas muertas y más de 200 tomadas en rehenes. Por esa causa, las existencias de combustible, agua, alimentos y medicinas se han agotado o están cerca de ello.

Luego de una semana de intensas negociaciones entre Estados Unidos, Israel, Egipto y la Organización de Naciones Unidas (ONU), se llegó a un acuerdo para que 20 camiones cruzaran la frontera ayer, llevando suministros críticos de la Media Luna Roja egipcia hacia la Media Luna Roja palestina.

Entre tanto, la ONU consideró que el pequeño convoy que cruzó la frontera egipcia era una gota en el océano y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) advirtió que el suministro de agua es cuestión de vida o muerte para los niños.

Los camiones entraron en el área sur de Gaza, incluidas las ciudades de Rafá y Jan Yunis, donde cientos de miles de personas han sido desplazadas por la campaña de ataques aéreos y por una orden de evacuación emitida por las fuerzas armadas israelíes, urgiendo a los pobladores a desalojar el norte de Gaza con vistas a una invasión por tierra.

La gente de Gaza necesita un acuerdo para recibir más ayuda, mucha más: una entrega continua de ayuda en la escala que se requiere, expresó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ante una cumbre por la paz en El Cairo, después de visitar Rafá el viernes para hacer un llamado a enviar asistencia. Se dice que más de 200 camiones cargados con provisiones están concentrados en la zona alrededor de la frontera.

“Allí vi una paradoja: una catástrofe humana que se desarrolla en tiempo real. De un lado, vi cientos de camiones repletos de alimentos y otros suministros esenciales.

Del otro, sabemos que apenas cruzando la frontera hay 2 millones de personas sin agua, comida, combustible, electricidad y medicina. Niños, madres, ancianos, enfermos. Camiones llenos en un lado, estómagos vacíos en el otro.

Las agencias de ayuda coincidieron en dejar claro que el actual nivel de asistencia es del todo insuficiente, así como en lamentar que falte combustible entre los suministros. Juliette Touma, de la agencia de la ONU de apoyo a los refugiados palestinos, comentó en el programa 4’s Today de la BBC que el convoy era una gota en el océano y que lo que los civiles en Gaza en verdad necesitan es un acceso humanitario sostenible y continuo.

Riham Jafari, coordinadora de apoyo y comunicaciones de la organización ActionAid Palestine, indicó: Damos la bienvenida a cualquier forma de ayuda en este momento, pero el nivel que se envía a Gaza es un vergonzoso insulto a los millones de personas que en Gaza enfrentan una catástrofe. Añadió que cientos de camiones con provisiones habrían cruzado la frontera antes del conflicto actual.

Este grupo informó que siete hospitales en Gaza se quedaban sin combustible para los generadores, con lo cual incubadoras y máquinas de apoyo a la vida no pueden funcionar.

Jafari agregó: Los camiones de ayuda no trajeron el combustible necesario para dar energía a los hospitales, mantener en movimiento las ambulancias o bombear agua del subsuelo. Todos los días escuchamos historias de comunidades que se unen para donar el combustible que les queda para mantener funcionando las incubadoras para los recién nacidos que están en situación crítica. El cirujano británico-palestino Ghassan Abu Sitta, que trabaja para Médicos Sin Fronteras, explicó que el hospital más grande de Gaza, Al-Shifa, se quedó este sábado sin vendajes para quemaduras, lo que significa que no puede atender como es debido a los niños que lo necesitan.

El gobierno israelí ha demandado ver pruebas de que la ayuda no es detenida o desviada por Hamas, antes de autorizar nuevas entregas, y hay la insinuación de que el próximo convoy podría no entrar hasta el lunes. La situación es catastrófica en Gaza, alertó Cindy McCain, jefa del Programa Mundial de Alimentos de la ONU. Necesitamos muchos camiones, muchos más, y un flujo continuo de ayuda.

Una ilustración de la naturaleza limitada del apoyo fue aportada por Unicef. En un comunicado, detalló que 44 mil botellas de agua potable –suficientes apenas para 22 mil personas por un día– pasaron el cruce de Rafá como parte del convoy de 20 camiones.

Ahora que un millón de niños en Gaza enfrentan una crisis de protección y humanitaria, la entrega de agua es cuestión de vida o muerte. Cada minuto cuenta, manifestó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. Esta primera entrega limitada de agua salvará vidas, pero las necesidades son inmediatas e inmensas: no sólo de agua, sino comida, combustible, medicinas y bienes y servicios esenciales. A menos que podamos proporcionar suministros humanitarios de manera consistente, enfrentamos la amenaza real de brotes de enfermedades peligrosas para la subsistencia.

El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamas, también expuso que el convoy limitado no podrá cambiar la catástrofe humanitaria, y llamó a establecer un corredor seguro que funcione las 24 horas. Entre las agencias de salud ha habido preocupación por la distribución de ayuda en gran escala, pues las calles han quedado reducidas a escombros por los bombardeos aéreos.

La oficina de asuntos humanitarios de la ONU ha señalado que más de 140 mil hogares –casi un tercio del total en Gaza– han quedado dañados, y casi 13 mil han sido destruidos por completo.

Para quienes permanecen en el norte de Gaza, las probabilidades de recibir ayuda son aún más escasas. El contralmirante Daniel Hagari, vocero militar israelí, declaró: La situación humanitaria en Gaza está bajo control. Aseguró que la ayuda sólo se entregará en el sur, adonde las fuerzas armadas han ordenado que la población se traslade, y reiteró que no entrará combustible al territorio. Los militares dijeron que continuarían intensificando los ataques en el norte del enclave.

El Ministerio de Salud de Gaza agregó que los ataques aéreos y de misiles de Israel han dado muerte al menos a 4 mil 385 palestinos, entre ellos cientos de niños, mientras más de un millón de los 2.3 millones de habitantes del territorio sitiado han sido desplazados. La suma de muertos incluye una explosión en el hospital árabe Al-Ahli, donde, según el ministerio, se perdieron 471 vidas. Israel disputa esa cifra y sostiene que fue mucho menor.

Israel ha concentrado tanques y efectivos cerca de la frontera bardeada alrededor del pequeño enclave costero, en preparación a una invasión por tierra que tendría el objetivo de aniquilar a Hamas. Aviones cazas israelíes atacaron gran número de objetivos de terror de Hamas en toda Gaza durante la noche del viernes, incluidos centros de comando y posiciones de combate dentro de edificios de muchos pisos, difundieron las fuerzas armadas en un comunicado.

El Ministerio de Salud de Gaza y medios pertenecientes a Hamas dijeron que docenas de personas han muerto o sufrido heridas en estos ataques. Hamas indicó que este sábado disparó cohetes hacia la mayor ciudad de Israel, Tel Aviv, en respuesta a esas muertes. Las fuerzas armadas israelíes reportaron una nueva andanada de cohetes desde Gaza hacia comunidades de la frontera sur israelí antes del amanecer. No hubo reporte de bajas.

Entre tanto, durante la cumbre en El Cairo, Guterres subrayó que el reprensible asalto de Hamas en Israel jamás podrá justificar el castigo colectivo al pueblo palestino, y exhortó a proteger a los civiles y a excluir de los bombardeos la infraestructura civil, como hospitales, escuelas y sedes de la ONU.

En referencia al contexto más amplio de la guerra, resaltó que la solución de dos estados al conflicto palestino-israelí es el único fundamento realista a una verdadera paz y estabilidad. Los israelíes deben ver materializadas sus legítimas necesidades de seguridad, y los palestinos deben ver realizadas sus legítimas aspiraciones a un Estado independiente.

La cumbre en El Cairo estaba orientada a tratar de evitar un conflicto regional más extenso y a analizar la situación en Gaza, pero se preveía que los líderes de Medio Oriente y Europa allí reunidos batallarían para acordar una postura común.

Los líderes árabes en la cumbre condenaron el bombardeo de Gaza por Israel y demandaron esfuerzos renovados para llegar a un acuerdo de paz en Medio Oriente, y así poner fin a un ciclo de violencia entre israelíes y palestinos que se ha extendido por décadas.

El presidente palestino Mahmoud Abbas advirtió que los palestinos no serán desplazados o expulsados de su tierra. No nos iremos, declaró en la cumbre. Estados Unidos, aliado más cercano de Israel y jugador vital en todos los esfuerzos realizados en el pasado hacia la paz en Medio Oriente, sólo envió al encargado del despacho de su embajada en El Cairo. Israel también estuvo ausente, lo cual significó que las expectativas sobre lo que podría lograrse fueran muy bajas.

© The Independent

Traducción: Jorge Anaya