Política
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El campo formativo y la educación popular
Pablo Marlop
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evuela en los boletines de prensa de la secretaria de Educación Pública la formación del Campo Formativo dentro de la Nueva Escuela Mexicana. Éste pretende que se relacionen con los ejes articuladores que vincularán el saber y el conocimiento con situaciones de la realidad. Es por eso que lo definen como constructo de puntos en encrucijada que permitan articular lo indeterminado y potenciar desarrollos virtuales que requerirán ser trabajados con mayor profundidad y fineza.

Uno de los autores más citados (números de citas 215, 216, 250 y 349) es el chileno-mexicano Hugo Zemelman con su libro La labor del maestro para formar y formarse, siendo este uno de los textos que sirvieron como base para la construcción de la idea de campo formativo.

Es extensa y detallada la propuesta de Zemelman, por lo que los autores de la Nueva Escuela Mexicana toman como punto de referencia la construcción de la realidad a partir la comprensión, compleja, y para ello es deber estudiarla fragmentada en parcelas del conocimiento (económicas, políticas, culturales y sicosociales). Será esta comprensión de la realidad la base inicial para escoger en qué Campo Formativo estará mi planteamiento de clase.

Aun cuando el libro de Zemelman surgió en 2006, la propuesta de generar una realidad más acorde a lo que viven las y los alumnos, lo que proponen por contextualizar los contenidos, se lleva a cabo todos los días desde hace muchos años en muchas escuelas de educación popular; educadores, facilitadores, maestras y maestros han realizado por largo tiempo el análisis de la realidad como piedra angular para los proyectos de enseñanza.

En mi corta experiencia pude ver dos proyectos de educación popular que recreaban la realidad que aparecía en los libros y los medios de comunicación, teniendo como una de sus asignaturas principales el análisis de la realidad, y era a partir de ahí desde donde se da el encuentro de realidades sociales, culturales, económicas y escolares.

Uno de estos enormes proyectos educativos donde pude observar esto fue un grupo de jóvenes en la parroquia de Chenalhó, Chiapas; algunos pertenecientes al grupo Las Abejas de Acteal, donde Rafael Landerreche y Luz Rodríguez llevaban a cabo un enorme trabajo para poner en el centro la realidad que estaba pasando en ese momento, siendo discutido y organizado para pasar a las mesas de trabajo, en las que se realizaban las actividades escolares ya con el contenido trabajado.

Es este ejercicio de análisis que propone la Nueva Escuela Mexicana, los contenidos del campo formativo con los ejes articuladores se construyen a partir de la realidad que viven las y los estudiantes desde lo local a lo mundial, la observación, reflexión y retroalimentación en la generación de contenidos es algo que ya ha sido realizado y probado por muchos centros de educación popular.

Otro de los proyectos adelantados a la formación del Campo Formativo es El Centro de Educación Integral de Base, AC (Ceiba), ubicado en Comitán, Chiapas, donde personas como Aidé y Armando Rojas y Roger Maldonado, entre otros hacen un trabajo incansable por la construcción hacia un mundo donde quepan muchos mundos, teniendo como finalidad promover la construcción de las condiciones subjetivas para el cambio social, buscando el desarrollo de capacidades para la acción transformadora acompañando a proceso colectivos y respondiendo a las necesidades educativas.

Ceiba ha propuesto como uno de sus puntos primordiales para la educación separarse de esa forma mecánica educativa que produce el capitalismo rampante; esa educación no pensada y separada de la realidad. Por ello, pone en el centro el análisis de la realidad un ejercicio caracterizado por la reflexión, crítica y entendimiento de la práctica social (la realidad de la gente, las luchas y experiencias que viven en sus actividades comunitarias).

Ambos proyectos han sabido comprender las urgencias educativas antes de la propuesta lidereada por el ex secretario Esteban Moctezuma. La sensibilidad con que fundaron los proyectos de enseñanza popular ha llevado al fortalecimiento de la vida comunitaria y el conocimiento de la realidad, municipal, regional, nacional y supranacional.

La Nueva Escuela Mexicana propone en su ideal una gran metodología para construir la realidad desde las aulas, sin contenidos fijos ni metodologías tropicalizadas, algo que en muchos centros de México y Latinoamérica, con la propuesta de Educación Popular, ya se hacía desde mucho tiempo atrás. Sería un buen momento para reflexionar si estamos ignorando soluciones educativas fuera de los sistemas de la enseñanza formal.