Beirut. El ejército libanés acusó ayer a las tropas israelíes de haber matado al miembro de un equipo de periodistas que cubría en el sur del país, cerca de la frontera con Israel, el repunte de tensiones que hay con el movimiento chiíta Hezbolá, apoyado por Irán y que respalda a Hamas.

El jueves, mientras un equipo de siete periodistas que cubría la actualidad (...) cerca del lugar de Al Abad del enemigo israelí y la localidad (libanesa) de Hula fue atacado con ametralladoras, lo que provocó la muerte de uno de ellos y heridas a otro, detalló en un comunicado.

Antes, la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano difundió que una persona había muerto después de que un grupo de siete civiles se vio atrapado por el fuego cruzado. El ejército israelí aclaró que examina las circunstancias.

El Comité para la Protección de Periodistas informó de la muerte de un total de 22 comunicadores desde que comenzó la guerra entre el movimiento de resistencia islámica y el ejército israelí; 18 son palestinos, tres israelíes y un libanés, además de que ocho han resultad lesionados y tres están desaparecidos o detenidos.

En Gaza, un limitado número de reporteros trata de trabajar mientras sufre los mismos problemas que la asediada población.

Los periodistas extranjeros no han podido entrar al territorio desde que Hamas atacó Israel el 7 de octubre. El único acceso para ellos, el paso israelí de Erez, fue atacado en el asalto y sigue cerrado. Un puñado de medios ha mantenido una presencia regular con oficinas en la franja, incluidas las agencias noticiosas Ap, Reuters y Afp, además de la cadena británica BBC y la qatarí Al Jazeera, con una red de colaboradores que ayudaban a otros.

La orden israelí de evacuar el norte del enclave llevó a los reporteros de Ap y Afp, por ejemplo, a dejar sus redacciones en la ciudad de Gaza y marcharse al sur.

El gobierno israelí aprobó regulaciones que permitirán a las autoridades cerrar medios de comunicación extranjeros en caso de que se haya declarado el estado de emergencia, tal como sucede en estos momentos a causa de la guerra, en caso de considerar que las emisiones son dañinas para la seguridad nacional.

La nueva regulación da al Ministerio de Comunicaciones, con acuerdo previo de la cartera de Defensa, la autoridad para ordenar a los proveedores de televisión que corten las emisiones de la cadena en cuestión, así como cerrar sus oficinas en el país, incautar su equipamiento y bloquear o limitar el acceso a su página web.

La aprobación de esta decisión llega después de las duras críticas por parte del primer ministro, Benjamin Netanyahu, a Al Jazeera por su cobertura.