Opinión
Viernes 20 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Economía moral

Historia de mi vocación, 39ª entrega. Mi nuevo libro que provee una visión holística de conceptualización y medición de la pobreza

Julio Boltvinik
E

stoy en un momento del desarrollo de mis investigaciones sobre pobreza y florecimiento humano en el que se me entrecruzan tres líneas de actividad: 1.- La presentación presencial de mi libro Pobreza y Florecimiento Humano. Una perspectiva Radical (PFH, UAZ-Editorial Ítaca), lo que he hecho en lo que va del año en la Feria del Libro del Palacio de Minería 2023, El Colegio de México, la Escuela de Estudios Superiores de Economía (IPN), la Universidad de Guadalajara, la Universidad Autónoma de Zacatecas y la Universidad Autónoma de Tamaulipas. 2.- Revisión de las correcciones editoriales de mi nuevo libro que está en fase editorial tanto en inglés (Policy Press, Gran Bretaña) como en español (Siglo XXI editores-El Colegio de México), que se titula: De la Pobreza al Bien-Estar/Florecimiento Humano. Crítica de la Economía Política de la Pobreza. Vol. 1. Conceptualización y Medición Integradas de la Pobreza, que estará circulando a inicios de 2024. 3.- Preparación del manuscrito final del vol. 2 de la obra anterior en inglés, versión revisada y ampliada de PFH. El Vol. 1 de la nueva obra, del que ya hablé en las entregas 31ª a 38ª de Economía Moral, publicadas entre el 23/09/2022 y el 14/04/2023, es una recopilación de trabajos míos en español (algunos inéditos) sobre conceptualización y medición de la pobreza.

Si mi enfoque sobre la pobreza (P), incluida mi crítica de los enfoques convencionales de la P, lo que llamo Economía Política de la P (CEPP) se adoptara a nivel nacional o internacional y el MMIP (Método de Medición Integrada de la P) se convirtiera en el método oficial de medición de la P (como lo es ahora en la CDMX), las narrativas de P en los países menos desarrollados cambiarían por completo. En primer lugar, al identificar a la mayoría de la población como P, las explicaciones de la P tendrían que ser diferentes a las de fallas de mercado, del gobierno o de la familia. Las tendencias del capitalismo a generar P tendrían que ser tomadas como un hecho y habría que implementar reformas profundas para contrarrestarlas. En segundo lugar, al incluir el tiempo libre (TL) como un recurso necesario, como lo hace el MMIP, la política tendría que ir más allá de las transferencias monetarias y prestar mucha atención al T de trabajo, el T de cuidado, el T de tareas domésticas, el tiempo de traslados. El libro reúne mis mejores textos sobre conceptualización y medición de la P escritos a lo largo de más de 30 años de forma muy dispersa. Aunque la mayoría de ellos han sido publicados en español, mi enfoque altamente innovador de conceptualización y medición de la P es desconocido por personas que no leen español y, para los lectores de español, resulta muy difícil localizar textos tan dispersos y obtener una visión holística coherente. Mis estudios empíricos sobre P, mis análisis y propuestas de políticas, así como mi investigación relacionada con el florecimiento humano no están incluidos en el libro; estarán en el vol. 2 y están en PFH. La principal contribución del libro es el enfoque holístico que culmina en el MMIP. Casi todo el contenido del libro puede interpretarse como la elaboración del enfoque holístico y de la crítica en la que se basa, que apoyan y conducen al MMIP. Incluye las discusiones conceptuales y las críticas que conforman lo que llamo Crítica de la Economía Política de la Pobreza (CEPP). Por crítica entiendo una valoración que permite la apropiación de los aspectos positivos de los textos evaluados y el rechazo de sus aspectos negativos. Fue este proceso el que, a lo largo de muchos años, me permitió apropiarme y reunir muchas ideas positivas de muchos autores y entrelazarlas con los conceptos que desarrollé (como las tipologías de necesidades, satisfactores y fuentes de bienestar) e hicieron posible la narrativa alcanzada. Los principios y buenas prácticas que formulé sistematizan y axiomatizan estos desarrollos. La CEPP incluye la sistematización crítica de los métodos de medición de la P, lo que se hace en la tipología de métodos de medición incluida, que clasifica los métodos y procede a su valoración. Algunos rasgos distintivos del MMIP son: A.- Incluye como tercera dimensión el TL, yendo más allá de los métodos combinados que sólo incluyen dos dimensiones: ingreso y lo que en América Latina llamamos Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI). Con ello se amplía la gama de fenómenos considerados, incluidas las tareas domésticas y las actividades de cuidado, así como el ocio. B.- Evita indicadores dicotómicos al transformar variables ordinales en cardinales (métricas). Esto permite al MMIP calcular un indicador métrico final sintético (desagregable en sus partes constitutivas), lo que permite calcular no sólo la incidencia de la pobreza (proporción de personas en pobreza) sino también la brecha de pobreza (o intensidad de la pobreza) y las medidas agregadas de P (MAP) más elaboradas. En el último capítulo se discuten las MAP existentes, se interpretan de manera innovadora y se critican las sensibles a las transferencias monetarias entre los pobres (mostrando que son conceptual y empíricamente defectuosas), y se propone una MAP que integra la desigualdad social en lugar de la desigualdad sólo entre los pobres. C.- Reconoce la disminución del bienestar marginal a los aumentos en la cantidad (y mejoras en la calidad) de los satisfactores, así como la existencia de niveles máximos de bienestar. Esto se refleja en los procedimientos de puntuación, que reflejan una función en la cual disminuye el bienestar marginal por arriba de los umbrales de P en cada grupo de indicadores. D.- El MMIP define la línea de pobreza (LP) usando el enfoque de presupuestos familiares: el costo de la canasta de satisfactores requeridos (Canasta Normativa de Satisfactores Esenciales, CNSE) por los hogares para vivir con dignidad y salud, en lugar del procedimiento habitual de calcular sólo el costo de los alimentos requeridos y luego dividirlo por el coeficiente de Engel (proporción del gasto total destinado a alimentos), para tener en cuenta, como caja negra, los satisfactores no alimentarios. (Este es el método adoptado por el gobierno de los Estados Unidos y por la Cepal.) Idealmente, la CNSE debe considerar lo que la mayoría de la población percibe como satisfactores necesarios (frente a los deseables pero no necesarios o no deseables ni necesarios). Para calcular los ingresos necesarios toma en cuenta la estructura demográfica del hogar, así como las economías de escala asociadas al consumo en hogares grandes. Por ello, el MMIP calcula una LP específica para cada hogar. E.- Siguiendo los Principios y Buenas Prácticas formulados, los umbrales definidos por este procedimiento serán (en la mayoría de los indicadores) superiores a los umbrales usuales, lo que se traducirá en una mayor incidencia de la pobreza. En los países pobres la P dejaría de ser un problema minoritario: la mayoría de la población sería considerada pobre, como sucede en México.