Martes 17 de octubre de 2023, p. 6
Madrid. En un estudio publicado en Current Biology, un equipo dirigido por la Universidad Estatal de Pensilvania demostró que un antiguo linaje de humanos modernos emigró a Eurasia hace más de 250 mil años, donde se cruzó con los neandertales.
Con el tiempo, esos humanos se extinguieron, dejando una población con ascendencia predominantemente neandertal.
En otro estudio, se demuestra
que los neandertales podían hacer fuego y que éste era un elemento central en su vida diaria”, explicó Diego Angelucci, arqueólogo de la Universidad de Trento y coautor del trabajo, publicado en PLOS ONE.
Encontramos ese reflejo de un antiguo mestizaje en el que los genes fluyeron de los antiguos humanos modernos a los neandertales
, señaló en un comunicado Alexander Platt, de la Escuela de Medicina Perelman y uno de los principales autores del estudio.
Ese grupo de individuos abandonó África hace entre 250 mil y 270 mil años. Eran una especie de primos de todos los humanos vivos hoy día, y se parecían mucho más a nosotros que a los neandertales
, añadió.
El equipo llegó a esta conclusión al comparar un genoma de neandertal con un conjunto diverso de esos materiales de poblaciones indígenas modernas del África subsahariana.
La investigación no pudo determinar cómo ese ADN similar al neandertal entró en estas poblaciones, si se originó a partir de humanos modernos que habían migrado desde África, se cruzaron con los neandertales en Eurasia y luego regresaron, o si fue el resultado de un encuentro anterior.
Debido a que el estudio se basó en un número limitado de genomas del Proyecto Mil Genomas, todos los cuales comparten un ancestro común relativamente reciente en África central y occidental, tampoco estaba claro si el ADN similar al neandertal está muy extendido entre las poblaciones subsaharianas.
Para comprender mejor cuán extendidas están estas regiones de ADN neandertal en el África subsahariana y dilucidar sus orígenes, el equipo aprovechó un conjunto genéticamente diverso de genomas de 180 individuos de 12 poblaciones diferentes en Camerún, Botsuana, Tanzania y Etiopía.
Luego compararon los genomas humanos modernos con el de un neandertal que vivió hace unos 120 mil años. Descubrieron que todas las poblaciones subsaharianas contenían ADN similar al neandertal, lo que indica que este fenómeno está muy extendido. Como resultado de este mestizaje, alrededor de 6 por ciento del genoma neandertal fue heredado de los humanos modernos.
Por otro lado, el trabajo publicado en PLOS ONE documenta y compara restos de fuegos estructurados encontrados en la Gruta de Oliveira, en Portugal, uno de los yacimientos arqueológicos europeos más importantes del Paleolítico Medio.
Los trabajos fueron dirigidos por un grupo internacional supervisado por Angelucci y João Zilhão (Universidad de Lisboa), así como por Mariana Nabais (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social, Tarragona).
Los restos de hogares para hacer fuego construidos y utilizados intencionalmente en la cueva llamaron la atención de los expertos. Las estructuras circulares en forma de cuenca estaban llenas de restos.
Los hallazgos muestran que los habitantes solían cocinar sus alimentos. “Encontramos huesos y madera quemados, así como restos de ceniza. La roca de debajo –continuó Angelucci– estaba enrojecida por el calor: un detalle crucial porque nos dice que la estructura está en una posición primaria. El fuego es un elemento fundamental en su vida diaria. Hace que el lugar sea cómodo y ayuda a la socialización.”
Consideran que “quizá hicieron hicieron el fuego como en el Neolítico, golpeando rocas de pedernal contra otra para arrojar chispas sobre una yesca, técnica prehistórica que se descubrió estudiando a Ötzi, el hombre de hielo”.