Lunes 16 de octubre de 2023, p. 3
Guanajuato, Gto., Los niños integran el público que más disfruta los espectáculos callejeros en cada edición del Festival Internacional Cervantino (FIC), pues tienen oportunidad de conocer la cultura de otros países mediante propuestas de arte escénico, explican los padres.
Este fin de semana, en una pequeña área abierta frente al Templo de San Roque se presentó la compañía Marionetas de Hilo de Quanzhou.
El público, sobre todo familias guanajuatenses, disfrutaron tres historias emblemáticas de la compañía china: la Danza del león, El borracho Zhong Kui y Encanto del mono.
La señora María de los Ángeles junto con su hija y sus nietas, Sol y Silohen, presenciaron una de las dos funciones que ofreció la agrupación, y comentó a La Jornada: Somos de Guanajuato y cada año nos gusta ver las actividades que traen los países sobre su cultura. Las propuestas nos sorprenden; además, hay mucha vigilancia y eso nos hace disfrutar más
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Muy sonriente, la pequeña Silohen, de cinco años, expresó que la pieza que más le gustó fue la Danza del dragón, mientras su hermana, tímida, compartió: a mí me gusta todo lo de China
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Entre el público también se encontraba Yolanda Hernández y su hija de cuatro años, quien por segunda ocasión asiste al encuentro cultural, y relató: Nos gustaron mucho los titiriteros chinos que tienen la agilidad para controlar las marionetas y agarrar pequeños objetos. La niña se divirtió mucho y disfrutó que al final la invitaran a jugar con las marionetas
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Hernández, también originaria de Guanajuato capital, expresó que desde hace años asiste al FIC con su familia y ahora lo hace con su hija.
En general, los padres de familia comentaron que los espectáculos cervantinos dedicados a los pequeños despiertan en los infantes la imaginación y están convencidos de que las expresiones artísticas y culturales ayudan a su aprendizaje y desarrollo.
Al iniciar su presentación, la compañía Marionetas de Hilo de Quanzhou informó que en 2006 la agrupación se incluyó en la lista de patrimonio cultural inmaterial nacional a salvaguardar en su país.
Son conocidos por sus títeres de hilo, arte originado en las dinastías Qin y Han (221 a C-220 dC) que se popularizó en Quanzhou y sus alrededores en el periodo 907-960 dC. Durante el espectáculo se habló también sobre la historia y la técnica de manipulación de los títeres. Generalmente, se presentan en teatros cerrados, pero en esta ocasión lo hicieron en un lugar abierto para compartir los secretos del manejo de marionetas con el público cervantino.
En la actualidad, la compañía china cuenta con más de 700 obras tradicionales y canciones de títeres exclusivas que consisten en más de 300 melodías Qu, además de técnicas muy sofisticadas de manipulación de cuerdas.
En esta edición 51 del FIC, el foro que lució abarrotado durante el primer fin de semana fue la Alhóndiga de Granaditas, donde la noche del sábado ofreció un concierto La 33, una de las orquestas colombianas más reconocidas en el mundo.
Sonora, Japón y EU
En la Ex Hacienda de San Gabriel de Barrera se presentó la compañía japonesa Chie Hanawa, mientras los más jóvenes se dieron cita en la zona de Los Pastitos, donde la agrupación sonorense La Coyota puso el ambiente a ritmo de ska.
En la Plaza San Fernando varias familias disfrutaron de las danzas tradicionales de Sonora, y en las escalinatas de la Universidad de Guanajuato se proyectó la película Perdidos en la noche, de Amat Escalante.
De las propuestas dancísticas que más lucieron en estos primeros días en Cuévano destacan las dos funciones a cargo de la Compagnie Marie Chouinard y la obra Adelante, de Axis Dance Company. Aunque los teatros no alcanzaron su máxima capacidad, los asistentes salieron satisfechos.
En el teatro Cervantes se presentó el montaje Mercan, de Rigoberto Duplás, con la compañía Puño de Tierra, la cual generó polémica entre los espectadores por la trama, basada en la vida de un artista.
También se inauguraron la Casa de Sonora, donde hay venta de artesanías, degustación de alimentos, así como exposiciones de trajes de sus pueblos originarios, y la Casa Ben Franklin, de Estados Unidos, país invitado de honor, donde los guanajuatenses conocieron parte de la cultura de ese país en ámbitos de gastronomía, ciencia y deporte.