Varsovia. El líder polaco Donald Tusk declaró el inicio de una nueva era para su país después de que la oposición parecía haber conseguido los votos suficientes en las elecciones parlamentarias de ayer para sacar del poder al partido nacionalista conservador.

El oficialista Ley y Justicia se distanció de sus aliados y enfrentaba acusaciones de socavar el estado de derecho en el país durante sus ocho años al frente del gobierno. Aparentemente los votantes se movilizaron como nunca acudiendo a las urnas incluso en números mayores que cuando la nación derrocó a las autoridades comunistas en 1989. En algunos lugares aún había personas formadas cuando se cerraron las casillas, pero a todas se les permitió sufragar.

Si los resultados de una encuesta de salida se mantienen, Ley y Justicia ganó, pero también perdió. Obtuvo más escaños que cualquier otro partido, pero no los suficientes como para encabezar un gobierno que pueda aprobar iniciativas en la legislatura.

La encuesta de salida Ipsos dejó entrever que Ley y Justicia ganó 200 bancas. Su posible aliado, Confederación de Libertad e Independencia –de extrema derecha–, obtuvo 12 escaños, desempeño que el partido reconoció era un fracaso.

El sondeo a pie de urna también reveló que tres partidos de oposición probablemente se combinaron para obtener 248 de los 460 escaños en la cámara baja del Parlamento, la Sejm. El mayor de los grupos es Plataforma Cívica, que encabeza Tusk, ex primer ministro y ex presidente de la Unión Europea. Obtuvo 31.6 por ciento de votos, de acuerdo con la encuesta a pie de urna.

De mantenerse el resultado, y si Ley y Justicia es el partido con más escaños, probablemente recibiría la primera oportunidad para tratar de formar gobierno.

Los votos aún se están contando. La comisión electoral estatal indicó que prevé tener los resultados finales este lunes.