Domingo 15 de octubre de 2023, p. 23
Sídney. Australia rechazó ayer de forma contundente una propuesta para reconocer a los indígenas en la Constitución, en un importante revés a los esfuerzos del país por reconciliarse con sus primeros pueblos.
Los australianos tenían que votar sí
o no
en el referéndum, el primero en casi un cuarto de siglo, a la pregunta de si se debía modificar la Constitución para reconocer a los aborígenes e isleños del Estrecho de Torres mediante la creación de un órgano consultivo indígena, llamado la Voz al Parlamento.
En todo el país, con casi 70 por ciento de los votos escrutados, el no
aventajaba por 60 por ciento. La cadena australiana ABC y otros canales pronosticaron que la mayoría de los votantes de los seis estados de Australia sufragarían en contra de modificar la Constitución, de 122 años de antigüedad.
Referendo y sus requisitos
Para que el referéndum tenga éxito, es necesario que al menos cuatro de los seis voten a favor, además de una mayoría nacional.
El primer ministro, Anthony Albanese, reconoció que no era el resultado que esperaba, pero afirmó que el país tendría que buscar un nuevo camino para la reconciliación social.
El camino de nuestra nación hacia la reconciliación ha sido a menudo difícil
, declaró Albanese en una rueda de prensa televisada. Esta noche no es el final del camino y desde luego no es el final de nuestros esfuerzos por unir a la gente
.
El premier agregó: Quiero reconocer esta noche que, para muchos aborígenes e isleños del estrecho de Torres, esta campaña ha sido dura de llevar. Y este resultado será muy difícil de digerir
.
Académicos y defensores de los derechos humanos temen que la victoria del no
haga retroceder varios años los esfuerzos en pro de la reconciliación.
La Voz al Parlamento se propuso en la Declaración de Uluru desde el Corazón, un documento de 2017 elaborado por líderes indígenas que establecía una hoja de ruta para la reconciliación con la Australia ampliada.
Los ciudadanos indígenas de Australia, que representan 3.8 por ciento de los 26 millones de habitantes del país, han habitado el territorio durante unos 60 mil años, pero no se mencionan en la Constitución y son, según la mayoría de las medidas socioeconómicas, las personas más desfavorecidas del país.
Los partidarios de la propuesta creían que la inclusión de una voz indígena en la Constitución uniría a Australia y marcaría el comienzo de una nueva era. La oposición había criticado la medida, afirmando que divide, sería ineficaz y ralentizaría la toma de decisiones del gobierno.
Estoy desolado
, declaró a ABC News Thomas Mayo, líder indígena y destacado defensor del sí
. Necesitamos una voz. Necesitamos ese cambio estructural
.
El líder indígena Thomas Mayo expresó su indignación por la campaña en contra, que fue respaldada por el líder de la oposición conservadora Peter Dutton.
Han mentido al pueblo australiano. Esta deshonestidad no debe ser olvidada en nuestra democracia
, dijo.
Debería haber repercusiones contra este tipo de comportamientos en nuestra democracia. No deberían salirse con la suya
, prosiguió.
La capa adicional de burocracia
Pero Dee Duchesne, de 60 años, promotora voluntaria del no
, afirma que está luchando por mantener una capa adicional de burocracia fuera de nuestra Constitución
. A los que la llaman racista por entregar panfletos cerca de un centro de votación en Sídney, les asegura que no lo es.
Para muchos opositores a la medida, ampliar la Constitución implicaría ralentizar
la toma decisiones en el gobierno.
El voto es obligatorio para los 17.5 millones de personas en edad de sufragar.
El cambio constitucional era una tarea difícil, ya que en los 44 referendos anteriores celebrados en Australia, sólo ocho prosperaron, entre ellos el de 1967, en el que 91 por ciento de los australianos apoyaron la propuesta para que se legislara incluir a los indígenas en los censos de población.