Domingo 15 de octubre de 2023, p. 23
Madrid. El presidente del gobierno en funciones y candidato del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a la relección, Pedro Sánchez, defendió el acercamiento que ha tenido con los nacionalismos independentistas durante su gestión, un día después de reunirse con EH-Bildu y Junts per Catalunya (JxCat) para su investidura, y se mostró convencido de que, pese a las dificultades en las negociaciones
, habrá un nuevo gobierno progresista
que ga-rantice los avances sociales de los recientes cinco años.
Sánchez cambió su despacho de La Moncloa y del Congreso de los Diputados por un mitin político en la comunidad autónoma de Extremadura, donde su partido tiene una presencia histórica y fuerte militancia.
Frente a más de mil 500 personas se mostró orgulloso de su gestión de cinco años, en los que ha impuesto una nueva relación entre el gobierno y los nacionalismos periféricos, sobre todo en Cataluña, donde se ha retomado el diálogo con las formaciones independentistas, y en el País Vasco, donde por primera vez en la historia reconoció públicamente como interlocutor y potencial aliado parlamentario a la coalición de la izquierda separatista vasca, EH-Bildu.
Sánchez también mantuvo un encuentro con la vocera de JxCat, Miriam Nogueras, cuyos votos son imprescindibles para la investidura.
En su discurso, afirmó: Frente a la complejidad de las negociaciones que tenemos en curso, yo les garantizo que confío en que haya un gobierno progresista. Tengo las mismas ganas, si no más, que el primer día para que vuelva a haber un gobierno progresista. Tengo más ganas, más fuerza y más ilusión que el primer día que tuve el honor de ser elegido presidente del gobierno
.
Sin embargo, reconoció la complejidad
que persiste en los pactos de cara a su relección, para la que requiere el apoyo de su partido, el PSOE, con 121 diputados, pero además requeriría a los 31 diputados de la coalición de izquierdas Sumar, los seis de EH-Bildu, los seis de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), los cinco del Partido Nacionalista Vasco (PNV), el diputado del Bloque Nacionalista Galego (BNG) y los seis del partido que hasta ahora mantiene una postura más inflexible de cara a ceder sus votos, los nacionalistas catalanes de JxCat, liderados desde Bélgica por el ex presidente catalán Carles Puigdemont.
Sólo así sumaría 178 votos a favor, dos más que los 176 que exige la mayoría absoluta.
Sánchez culminó antier la primera ronda de contactos con los partidos políticos, con la excepción de la extrema derecha de Vox, con el que rechazó mantener un encuentro, y hasta ahora no se ha concretado el apoyo firme de ninguno de ellos, que exigen a cambio algunas contrapartidas concretas, como es el caso de las formaciones catalanas, que reclaman al menos tres cuestiones imprescindibles: una ley general de amnistía para todas las personas que participaron en los actos de la declaración unilateral de independencia de octubre del 2017, un compromiso del Ejecutivo español de que trabajará
para garantizar que se pueda celebrar un referendo de autodeterminación y la negociación de la deuda pública de la comunidad autónoma.
Insistió en su discurso de que es crucial evitar el túnel del tiempo
que representan el Partido Popular y Vox, con el fin de trabajar por consolidar algunos de los logros de los años recientes, como el diálogo social para la revalorización de las pensiones, el alza al salario mínimo interprofesional, la reforma laboral y los avances en la igualdad de género.
También respondió a los abucheos que recibió el pasado jueves, durante el desfile militar de la Fiesta Nacional, protagonizados por militantes y simpatizantes de la derecha y la extrema derecha:
Frente a los insultos y descalificaciones y pese a que me han hecho dos manifestaciones en la primera semana desde que soy candidato, estoy orgulloso de lo que hemos hecho porque los españoles con su voto dijeron dos cosas, la primera es que en España sólo puede gobernar un partido que comprenda y reconozca la pluralidad política, y en la Cámara es evidente que hay pluralidad política. Cuanto más insultan, más pequeños se hacen
, añadió el presidente.