Guatemala. El presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo, pidió al mandatario saliente, Alejandro Giammattei, buscar la renuncia de la fiscal general, Consuelo Porras, que investiga al partido Semilla, del futuro gobernante, en medio de acusaciones de simpatizantes y militantes de que el Ministerio Público está bloqueando una transición de poder, mientras las autoridades indígenas afirmaron que los bloqueos y protestas seguirán por tiempo indefinido, luego de una reunión con Giammattei, en la que él les comunicó que no podía destituir a la fiscal Consuelo Porras.

Arévalo acusó antenoche a Giammattei de guardar silencio y lo llamó, en una carta, a solicitar la renuncia de Porras. La fiscalía dijo que ella no dimitiría.

Durante todo este proceso, usted, doctor Giammattei, ha permanecido callado. Su silencio es interpretado por el pueblo como un consentimiento del ultraje a nuestras instituciones democráticas. Su silencio es un insulto al pueblo de Guatemala, expuso Arévalo en la carta.

La oficina de Giammattei no respondió a una solicitud de comentarios, pero la fiscalía defendió la investigación de Porras sobre acusaciones de irregularidades electorales. La fiscal general no va a renunciar a su cargo. Su actuar siempre se ha desarrollado en estricto cumplimiento de la ley, dijo a Reuters un portavoz de la oficina, el miércoles por la noche.

El Ministerio Público continúa firme en sus investigaciones con un único fin: la averiguación de la verdad, agregó.

Con una plataforma anticorrupción, Arévalo ganó la segunda vuelta electoral en agosto con un margen de victoria de 20 puntos.

Decenas de miles de guatemaltecos han salido a las calles en los días recientes para protestar contra lo que muchos han llamado un golpe en cámara lenta, exigiendo la renuncia de Porras junto con otros funcionarios judiciales involucrados en sus investigaciones.

Su oficina allanó las sedes del partido Semilla de Arévalo y el organismo electoral, en lo que denominó operaciones necesarias para investigaciones legales sobre supuestas irregularidades durante las elecciones, especialmente acusaciones de que el registro de Semilla, hace seis años, estaba contaminado por firmas falsificadas.

La mañana del miércoles, la Corte Constitucional de Guatemala comunicó que había ordenado a las autoridades usar la fuerza contra los manifestantes sólo como último recurso, y les pidió que pusieran fin a sus bloqueos. Un día antes, el jefe de la Organización de Estados Americanos (OEA) sostuvo que la investigación era vergonzosa y constituía un ataque sin precedentes a la democracia de Guatemala.

En tanto, bloqueos y manifestaciones seguirán por tiempo indefinido, dijeron autoridades indígenas luego de una reunión con Giammattei en la Casa Presidencial, en la cual el presidente comunicó que no podía destituir a la fiscal general, Porras.

El encuentro contó con la participación de miembros de la OEA que están en Guatemala para mediar en la crisis, informó Prensa Libre.

Según indicó Benjamin Tuy, de la alcaldía indígena de Sololá, en el encuentro, el presidente insistió que no puede destituir a Porras, ni al juez séptimo penal, Fredy Orellana, pues no existe un marco regulatorio que lo permita.

Ayer, la Dirección General de Protección y Seguridad Vial informó que 98 puntos de Guatemala se mantenían bloqueados, mientras 27 rutas habían sido liberadas, en el onceavo día de protestas el cual se celebró en el Día de la Raza, en el que los manifestantes procedentes de pueblos originarios recordaron sus luchas de más de cinco siglos tras el inicio de la colonización española.