Ciencias
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Captan colisión de dos exoplanetas gigantes de hielo alrededor de estrella semejante al Sol
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▲ Recreación artística del resplandor de calor y la nube de polvo con forma de rosquilla que se produjeron después del choque.Foto Mark Garlick
Europa Press
 
Periódico La Jornada
Jueves 12 de octubre de 2023, p. 6

Madrid. Un nuevo estudio informa del avistamiento de dos exoplanetas gigantes de hielo que colisionaron alrededor de una estrella similar al Sol, creando una llamarada de luz y penachos de polvo.

Los resultados del trabajo, publicados en la revista Nature, muestran el resplandor de calor y la nube de polvo resultante, que se desplazó frente a la estrella madre oscureciéndola con el tiempo.

El equipo internacional de astrónomos se formó después de que un aficionado observara la curva de luz de la estrella y notara algo extraño. El sistema duplicó su brillo en longitudes de onda infrarrojas unos tres años antes de que el astro empezara a desvanecerse en luz visible.

Matthew Kenworthy, coautor del estudio y profesor de la Universidad de Leiden, en Países Bajos, señala en un comunicado que esta observación fue algo inesperado. Cuando originalmente compartimos la curva de luz visible de esta estrella con otros astrónomos, empezamos a verla con una red de otros telescopios, explica.

Un astrónomo en las redes sociales explicó que la estrella se iluminó en el infrarrojo más de mil días antes del desvanecimiento óptico y entonces supe que se trataba de un acontecimiento inusual, añadió.

La red de astrónomos profesionales y aficionados hicieron un estudio intenso de la estrella, incluidos los cambios en el brillo durante los dos años siguientes. El astro recibió el nombre de ASASSN-21qj por la red de telescopios que detectó por primera vez su desvanecimiento en longitudes de onda visibles.

Resplandor infrarrojo

Los investigadores concluyeron que la explicación más probable es que dos exoplanetas gigantes de hielo colisionaron, produciendo el resplandor infrarrojo detectado por la misión Neowise de la NASA, que utiliza un telescopio espacial para buscar asteroides y cometas.

Simon Lock, coautor del estudio e investigador en Ciencias de la Tierra de la Universidad de Bristol, en Reino Unido, indicó que sus cálculos y modelos informáticos indican que la temperatura y el tamaño del material incandescente, así como el tiempo que ha durado el resplandor, concuerdan con la colisión de dos exoplanetas gigantes de hielo.

La nube de escombros resultante del impacto, en expansión, se desplazó frente a la estrella unos tres años más tarde, provocando que ésta perdiera brillo en longitudes de onda visibles.

En los próximos años, se espera que la nube de polvo comience a dispersarse a lo largo de la órbita del remanente de la colisión, y podría detectarse una dispersión reveladora de la luz procedente de esta nube tanto con telescopios terrestres como con el James Webb de la NASA.

Los astrónomos planean seguir de cerca lo que suceda a continuación en ese sistema.

Zoe Leinhardt, coautora del estudio y profesora asociada de astrofísica en la Universidad de Bristol, subrayó que será fascinante observar la evolución futura. En última instancia, la masa de material que rodea al remanente podría condensarse para formar un séquito de lunas que orbitarán alrededor de este nuevo planeta.