Washington. Los republicanos nominaron ayer a Steve Scalise para ocupar la presidencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos tras la destitución, la semana pasada, de Kevin McCarthy, informaron los legisladores.

Scalise, número dos en la escala de liderazgo republicano, todavía debe obtener la aprobación del pleno antes de poder reclamar el mazo de presidente.

Los republicanos controlan la cámara baja por estrecha mayoría de 221-212.

Los legisladores eligieron a Scalise frente al presidente del Comité Judicial de la Cámara, Jim Jordan, en una votación secreta. Scalise, de 58 años, cuenta con el apoyo de muchos veteranos y de la cúpula del partido.

Lo que no queda seguro es si los legisladores que apoyaron a Jordan, quien tiene el respaldo de Donald Trump, apoyarán a Scalise en la que seguramente será una votación ajustada en el pleno. Se prevé que los demócratas se opondrán al candidato republicano y, sin lugar a duda, postularán a su líder, el representante por Nueva York, Hakeem Jeffries.

En enero McCarthy tuvo que soportar 15 rondas de votaciones antes de ganar la presidencia.

Los republicanos dicen que necesitan resolver con rapidez un vacío de liderazgo que ha impedido abordar la guerra en Israel, aprobar más ayuda a Ucrania y proyectos de gasto antes de que se agoten los fondos actuales, el 17 de noviembre.

Es muy, muy importante que este Congreso vuelva a trabajar, comentó Scalise.

Scalise y Jordan dijeron a los republicanos en un foro a puerta cerrada el martes por la noche que cada uno apoyaría al candidato nominado. Bastaron ocho republicanos para desbancar a McCarthy, hecho que podría convertir el liderazgo en un reto para cualquier nuevo presidente.

La coalición de legisladores de extrema derecha que derrocaron a McCarthy ha demostrado que unos cuantos legisladores pueden jugar un papel descomunal en la elección de su sucesor.