Miércoles 11 de octubre de 2023, p. a11
Barcelona. El juez a cargo del caso Negreira, sobre una supuesta corrupción arbitral, rechazó que el club Barcelona comparezca como acusado particular, pues su actual presidente, Joan Laporta, hizo pagos similares a los que se imputan presuntamente a Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, aunque en su caso, el delito ha prescrito.
Resulta contrario a toda ética que quien cometió unos actos idénticos a los de los posterio-res presidentes pretenda personarse en la causa ejerciendo la acusación particular bajo el instrumento jurídico del Barcelona, como si fuera una entidad abstracta con un 'yo' propio ajeno al de los directivos del club
, indica una resolución del titular del juzgado de primera instrucción de la ciudad catalana.
No es admisible éticamente que Laporta acuse a los ex directivos Rosell y Bartomeu por el de-lito de administración desleal, cuando existen indicios más que so-brados de que él cometió los mismos hechos
, añadió.
Pagos durante 20 años a Negreira
El Barcelona enfrenta un juicio por supuestamente haber realizado pagos casi 20 años a una empresa del entonces vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros, José María Enriquez Negreira, por lo que se habría visto beneficiado en la cancha.
Ante el magistrado, el club so-licitó tener una doble condición en el proceso para ser investigado por el delito de corrupción deportiva y acusación por administra-ción desleal, que habría sido pagar un sobreprecio por un servicio a la compañía de Negreira. De esta manera, el equipo se habría visto perjudicado por la actuación de sus ex presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu.
Ahora el juez reprocha a Laporta inculpar sólo a los ex dirigentes del plantel cuando él también pagó a Negreira con la diferencia de que su delito habría prescrito.
Negreira, por su parte, acudió ayer al Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses de Cataluña (IMLCFC) para someterse a exá-menes médicos tras alegar que sufre una demencia, por lo cual no pue-de ser imputado en la causa. Aun cuando se corrobore la enfermedad del ex silbante, el caso seguirá abierto para su hijo.