Regan MacNeil es la poseída por el demonio en El exorcista (1973) de William Friedkin. Escupe obscenidades, vomita proyectiles, defenestra a un hombre, abofetea a un sacerdote y se masturba con un crucifijo, lo que no es material audiovisual apropiado para menores de edad, y mucho menos para la niña de 13 años que la interpreta.

Hace medio siglo, la imagen de Linda Blair como Regan se grabó en las córneas de una generación. Ahora, no una, sino dos jóvenes actrices esperan tener el mismo impacto en The Exorcist: Believer, primera de una trilogía, que ahora está en salas de todo el mundo, dirigida por David Gordon Green y producida por Blumhouse.

The Exorcist: Believer, que cuenta con una doble dosis de niñas demonios, muestra el regreso a la historia de Ellen Burstyn, quien interpretó a la madre de Regan en 1973. Sin embargo, la secuela tiene poco en común con su predecesora: sin sofisticación, ni tensión y obvio, ni a Linda Blair ahora con 64 años y devota activista de los animales.

En 2021, tuiteó para decir que no le habían pedido que regresara para el nuevo filme. Hasta ahora no ha habido ninguna discusión sobre mi participación, escribió en la red social X.

No obstante, fue contratada por la productora como consultora para la tarea de guiar a las dos jóvenes (Lidya Jewett, de 16 años y Olivia O’Neill de 15) por medio del turbio terreno sicológico de interpretar al mal encarnado. La necesitamos como asesora porque estamos tratando con gente joven, y queremos llevarlos a lugares peligrosos de manera segura, dijo Gordon Green.

Lamentablemente, no ocurrió lo mismo con Blair en su tiempo. Friedkin, encargado de adaptar el bestseller de William Peter Blatty de 1971, había visto antes a unas 2 mil niñas para el papel de Regan antes que a Blair.

En su biografía, Friedkin recordó ese primer encuentro: “¿Sabes lo que significa la masturbación? –le preguntó a Blair. ‘¿Qué? ¿no?’, respondió sin dudarlo y riéndose, pero el cineasta miró a su madre e insistió: ‘¿Lo has hecho alguna vez?’. ‘Claro’, respondió ella”. En ese momento, Friedkin supo que “había encontrado a Regan… Ella era la única que había conocido para el papel que pensé que no se vería dañada por la experiencia”. Blair no era ajena a la industria. A los cinco años, había protagonizado comerciales y en 1968 consiguió un papel para una telenovela diurna.

La realización de El exorcista tiene casi tanta historia como la propia película. Durante el rodaje, varios miembros del elenco, y sus familiares, murieron, incluido el abuelo de Blair. La producción tuvo que detenerse después de que un repentino incendio eléctrico quemara el escenario.

Sin embargo, los traumas a los que se enfrentó su estrella fueron lo fuerte. Sin tanto avance en los efectos especiales, el plató donde Regan pasaba la mayor parte del trabajo se mantenía a cero grados para que el aliento de cualquiera que entrara dejara un rastro de vaho en el aire. Mientras que a otros se les dieron abrigos, Blair soportó el frío con sólo un camisón delgado. Del mismo modo, las dos horas que pasaba en una silla de maquillaje le quemaron la cara.

También pasaba una buena parte con arneses tirados por los miembros del staff, por lo que sufrió escoliosis, con dolor crónico durante años. La lesión en la espalda fue mucho más grave de lo que jamás imaginé y realmente afectó mi salud durante mucho tiempo, declaró Blair más tarde.

▲ Linda Blair actualmente en su fundación de defensa de animales.Foto tomadas de Facebook

Friedkin reconoció: fue sólo por la gracia de Dios que nadie resultó herido o muerto en esas películas.

Blair ha hablado anteriormente sobre cómo su mentalidad adolescente proporcionó una capa de protección entre ella y la película. “Cuando la hice era una niña. Así que cuando leí la novela por primera vez antes de hacer casting, la vi más desde la perspectiva de un niño”.

Más tarde, agregó: “El exorcista fue una obra de ficción. No me di cuenta entonces de que se trataba de algo en realidad”. Y Friedkin pudo obtener una actuación tan madura de su estrella porque ella piensa que es un gran juego. No sabe que nada de esto se supone que es pornográfico, sucio o vil, comentó el director.

Si la película en sí no hizo daño, la atención mediática sí. Como era de esperar atrajo una gran atención religiosa y Blair fue acusada de glorificar a Satanás y durante tiempo recibió amenazas de muerte y abucheos de la gente en la calle. La policía fue contratada para vivir en mi casa, reveló.

Blair fue cuestionada por los medios sobre la fe, Dios, el diablo, el mal. Cuando se estrenó, la cantidad de presión que cayó sobre mí no era algo para lo que estuviera preparada, dijo. Especialmente toda la presión de la prensa; pensaron que tenía todas las respuestas sobre la fe.

Es un consuelo saber que, en medio de amenazas y acoso, Blair recibió elogios. La actuación de Linda debe considerarse la más poderosa y conmovedora jamás dada poruna joven actriz en su primer papel, se lee en un artículo de The New York Times de 1974. Ganó un Globo de Oro a la mejor actriz de reparto, así como una nominación al Óscar por su papel.

El exorcista proyectó una larga sombra sobre la vida de Blair. En los años siguientes fue encasillada como una adolescente indefensa en películas para televisión como Born Innocent y Sarah T - Portrait of a Teenage Alcoholic, y más tarde protagonizó películas de serie B como Hell Night y Savage Streets.

Pero en 1977 fue acusada de venta y posesión de cocaína. Ese mismo año se estrenó El exorcista II, aunque con total desdén. Ella repitió su papel de Regan por última vez junto a Leslie Nielsen en la parodia de 1990 Repossessed.

Sus pasadas apariciones fueron hace más de dos décadas: en Scream y luego el papel desconcertante en una serie de adolescentes.

Fuera de la pantalla, Blair se ha dedicado a defender los derechos de los animales; en 2004, creó la Fundación Linda Blair Worldheart, que rescata y rehabilita. Con este fin, utiliza su fama de exorcista para el bien. La actriz ha expresado su opinión sobre su papel en la película seminal, afirmando que no permitiría que su hija lo interpretara..

Linda Blair reflexionó sobre cómo sería su vida si no hubiera sido Regan: Podría ser veterinaria en Connecticut. Estaría casada y tendría algunos hijos.

© The Independent

Traducción Juan José Olivares