Miércoles 11 de octubre de 2023, p. 25
Durante los dos años anteriores, los bancos centrales del mundo desataron incrementos en las tasas de interés que provocaron las rentas más altas en décadas y es probable que esta escalada en el costo del dinero no haya terminado.
Si bien al inicio de este ciclo de ajustes flotaba la amenaza de provocar una recesión o caída brusca de la actividad económica mundial, con epicentro en Estados Unidos, ésta se ha desacelerado pero no se ha estancado, explicaron directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI).
La economía global avanza cojeando
, expresó Pierre-Olivier Gourinchas, director del Departamento de Estudios del FMI. De acuerdo con las proyecciones del organismo, ésta se desacelerará de 3.5 por ciento en 2022 a 3 por ciento en 2023 y crecerá aún menos el próximo año, 2.9 por ciento. Todos son pronósticos que se encuentran por debajo del promedio histórico de expansión durante las dos décadas previas a la pandemia, de 3.8 por ciento.
En las Previsiones Económicas Mundiales, el organismo confirmó lo dado a conocer una semana atrás, cuando se publicó la revisión anual del FMI a la economía mexicana. El país afianza su recuperación pospandemia en la construcción, el turismo, los servicios y la demanda de su principal socio comercial, Estados Unidos. Para 2023, como ya se había dado a conocer, la actividad avanzará 3.2 por ciento, en lugar del 2.6 previsto en julio; y para el siguiente también se hizo un ajuste al alza, de 1.5 a 2.1 por ciento (bit.ly/3PQXaMT).
Gourinchas agregó que la inflación a escala global continúa desacelerándose, de 9.2 por ciento en que concluyó el año pasado, se prevé que este 2023 cierre en 5.9 por ciento y baje otro poco, a 4.8 por ciento en 2024. No obstante, hay países en los que se prevén precios fuera de los objetivos de sus bancos centrales hasta 2025, debido a su exposición a importaciones.
El director del Departamento de Estudios del FMI expuso que si bien algunos de los riesgos extremos para la actividad económica, como la inestabilidad bancaria, se han moderado desde abril, son más las causas que podrían llevar a un crecimiento económico menor. La crisis inmobiliaria de China podría intensificarse, planteando un desafío político complejo. Restaurar la confianza requiere restructurar rápidamente a los promotores inmobiliarios en dificultades, preservar la estabilidad financiera y abordar las tensiones en las finanzas públicas locales
, advirtió.
Detalló que si los precios inmobiliarios de China caen demasiado rápido, los balances de los bancos y los hogares empeorarán, con el potencial de una importante amplificación financiera. El apoyo artificial a los precios inmobiliarios puede proteger temporalmente los balances, pero esto desplazará otras oportunidades de inversión, reducirá las nuevas construcciones y perjudicará los ingresos de los gobiernos locales debido a la reducción de las ventas de tierras
.
Tobias Adrián, director de Asuntos Monetarios y Mercados Financieros del organismo, explicó que los incrementos de tasas en la lucha contra la inflación han resultado en los más altos en décadas, pero puede que no hayan llegado a su fin. El riesgo es que los prestatarios –personas, empresas y soberanos– que ya se encuentran en posiciones financieras precarias caerían en incumplimientos si la política monetaria sigue ajustándose al alza.