Miércoles 11 de octubre de 2023, p. 13
Tres de cada 10 migrantes pagan a un pollero para que los ayude a llegar a México o los lleve hacia la frontera norte con Estados Unidos. Sin embargo, apenas un promedio de 308 personas al año denuncian haber sido víctimas de estos delincuentes.
Esta cifra es muy baja, porque el temor les impide denunciarlos
, además de que no cuentan con recursos para trasladarse a las fiscalías, revelan los datos más recientes de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.
De acuerdo con las estadísticas, de 2016 a junio de 2022 sólo mil 849 indocumentados llevados a estaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) para iniciar su procedimiento administrativo migratorio denunciaron haber sido víctimas de traficantes de personas.
Es evidente que la cifra es baja comparada con los miles de extranjeros que durante su trayecto sufren delitos conexos, pero existen razones que los llevan a tomar la decisión de no denunciarlos, entre las que se encuentran el temor de perder la confianza del traficante y la inversión financiera realizada, o la promesa de un siguiente viaje sin costo extra
, alerta la Estrategia Nacional de Combate al Tráfico Ilícito de Personas con Perspectiva de Género 2023-2025.
Otros factores que inhiben la denuncia son la distancia que deben recorrer hacia la fiscalía más cercana y la desconfianza en las autoridades, así como el temor a ser deportados, el racismo, la xenofobia y la falta de información
, destaca el documento de la SG y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
El reporte señala que el tráfico ilícito de personas es el segundo delito más denunciado por los migrantes, pero la falta de recursos los obliga a celebrar acuerdos desventajosos con los traficantes
, pues hacen pagos parciales al empezar y concluir el viaje, o intercambian el pago de sus servicios por trabajo.
Para la OIM es preocupante que estos acuerdos de empleo generalmente desembocan en la inclusión de indocumentados en actividades ilícitas, siendo la población de mujeres la más afectada. En esos casos, es común que ellas empiecen a trabajar para el traficante, a veces por la falta de capital para continuar con su trayecto, sin conocer el tiempo que estarán laborando ni cuánto se les pagará
.
Lo anterior, agrega el documento, da lugar a que lo que empezó como tráfico ilícito de migrantes se transforme en trata de personas, y las mujeres también se arriesgan a ser detenidas por algún ilícito o incluso imputadas por su presencia en casas de seguridad, pues ello se interpreta como símbolo de su participación en actividades relacionadas con el tráfico de indocumentados.