Opinión
Miércoles 11 de octubre de 2023Ver día siguienteEdiciones anteriores
Dixio
 
Embajada israelí: doble equívoco
L

a embajada de Israel en México manifestó su inconformidad con la postura del gobierno mexicano en torno al enfrentamiento de ese país con organizaciones fundamentalistas palestinas. La misión diplomática lamentó profundamente que el Ejecutivo no haya adoptado una postura más enérgica y decidida, y expresó su deseo de que Palacio Nacional pudiera considerar una posición que condene de manera contundente los actos barbáricos perpetrados por la organización terrorista Hamas.

La representación de Tel Aviv se equivoca por partida doble: primero, porque realiza afirmaciones falsas, y segundo, porque pretende dictar líneas de política exterior a una nación independiente y celosa de su soberanía.

En su comunicado 417, fechado el 8 de octubre (es decir, un día antes de la protesta diplomática), la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) señaló que el gobierno de México condena inequívocamente los inconducentes ataques ocurridos en contra del pueblo de Israel el pasado 7 de octubre por parte de Hamas y otras organizaciones palestinas en Gaza, pues todo acto terrorista constituye una amenaza a la paz y la seguridad internacionales, lo que demanda la plena cooperación de todos los estados para prevenirlos y sancionarlos.

Y remarcó: Ninguna causa justifica el recurso al terrorismo.

El hecho es que el descontento de la embajada es resultado de la posición autónoma de México, que se aleja del alineamiento absoluto de Washington y sus aliados con el gobierno israelí, sin reparar en su estremecedor historial de abusos contra el pueblo palestino.

Al respecto, ayer el presidente Andrés Manuel López Obrador recordó que la postura de su gobierno no pretende satisfacer a ninguno de los bandos, sino que responde al mandato constitucional de observar una política exterior basada en principios como la autodeterminación de los pueblos, la no intervención y la solución pacífica de las controversias.

El exabrupto de la embajada de Israel y su titular han dado pie a críticas oportunistas contra las autoridades federales. Estos ataques no son ni sorpresivos ni originales: además de enmarcarse en la obsesión de las oposiciones políticas y mediáticas de condenar en automático cualquier acto del gobierno sin detenerse a comprenderlo o analizarlo, siguen el guion de las derechas y las ultraderechas globales, las cuales han convertido el odio al pueblo palestino y la islamofobia en banderas centrales de su discurso xenófobo, intolerante, belicista y neocolonial.

Es deplorable que estas voces instrumentalicen el sufrimiento humano con fines de golpeteo y desestabilización interna, pero no se les debe prestar mayor atención ni caer en sus provocaciones.

Finalmente, en medio del desastre que significa la nueva ola de violencia en Medio Oriente, cabe congratularse por la eficiencia y sensibilidad demostradas por la SRE y la Secretaría de la Defensa Nacional al coordinar los vuelos de repatriación de los connacionales que quedaron varados en la zona de conflicto tras la suspensión de los vuelos comerciales.

El regreso de mexicanos sanos y salvos es motivo de alivio y sería mezquino negar méritos a quienes trabajaron con celeridad para hacerlo posible pese a las condiciones adversas. Es de esperarse que en los próximos días todos los mexicanos que deseen volver al país puedan hacerlo con las mismas garantías de seguridad y buen trato.