Alito estaría rumiando relanzar a Beatriz // Conflicto Israel-Hamas: Pemex sube su petróleo // El Nobel de Economía
Brugada desplazaría a García Harfuch // Partidos contra paridad sustantiva // Problemas para ajustar
// INE pospuso la decisión
Jornada laboral
Israel: exterminio palestino // Prioridad, detener la masacre // ONU, florero
No confundir protesta con alboroto
l presidente Andrés Manuel López Obrador informó ayer que su gobierno enviará al de Estados Unidos una nota diplomática para protestar por las exageradas revisiones impuestas por Greg Abbott, gobernador de Texas, a todos los camiones mexicanos que cruzan la frontera hacia ese estado, medida que calificó de hostil: “Están obstruyendo en las aduanas –dijo– el libre tránsito de mercancías”, lo que genera pérdidas millonarias a ambos países.
Insta a reincorporar al servicio a Luz y Fuerza del Centro
ste 10 y 11 de octubre se cumplen 14 años de la inconstitucional extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC): el 10 de octubre 2009 la siniestra pareja Felipe Calderón-García Luna tomaron militarmente las instalaciones y centros de trabajo de LFC.
l tema de la política de drogas, después de un largo marasmo, se volvió a mover en Colombia. Un momento clave es la Conferencia Latinoamericana y del Caribe de Drogas, convocada en septiembre pasado por los gobiernos colombiano y mexicano, en la cual tuve el honor de ser la vocera como sociedad civil para la plenaria interna entre gobiernos de la región. El balance es agridulce, aunque es muy significativo el mensaje internacional de la realización de este evento, faltó la participación más activa de los movimientos sociales, la sociedad civil y la academia. También, en algunas ocasiones se convirtió más en una retahíla de funcionarios públicos colombianos –sin muchas claridades– buscando defender cada uno lo que consideraba qué debía ser la política de drogas con miradas muy tradicionales. Habría sido útil que los gobiernos encontraran en la conferencia una serie de conversaciones que les pudieran servir para enfrentar los retos que tienen, y acercar los vasos comunicantes entre Estado y sociedad civil movilizada.
e interesa destacar el alto valor político y simbólico que una vez más nos muestran los pueblos indígenas y con ello enunciar al final de este texto, la agenda compleja presente y pendiente respecto del conjunto de la sociedad.
os hechos recientes cruzan como rayos y se conectan de inmediato. Por un lado, la visita el domingo pasado a la comunidad indígena purépecha de Zipiajo, en Michoacán, y por el otro las palabras del Presidente de México en la mañanera del 5 de octubre, en respuesta a la pregunta de un reportero de por qué se arrodilló en la ceremonia y ritual realizada en el Zócalo el primer día de su gobierno. Ambos eventos me remiten inexorablemente a la tesis que hemos enarbolado, no suficientemente demostrada, de que en los pueblos indígenas u originarios del mundo se encuentran las claves para salir de la tremeneda crisis ambiental y social de la civilización industrial, una tesis que se antoja completamente viable para el caso de México. La tesis brota de un razonamiento sencillo. Si lo que está en crisis es el mundo moderno, entonces acudamos a su antítesis, el mundo tradicional, en busca de claves, faros, pistas. Esto no significa, por supuesto, un retorno romántico al pasado, pues el mundo tradicional no es una reminiscencia, existe actualmente y ello se debe nada menos a que ha logrado algo inusitado: resistir, remontar y coexistir con el mundo moderno. Ha hecho prevalecer comunidades de escala local e incluso regiones con conjuntos de comunidades mediante una resistencia silenciosa y sutil o en franca rebeldía confrontadora. Hoy existen en el mundo 7 mil pueblos originarios distinguidos por la lengua, que habitan en 80 países y poseen en conjunto un territorio equivalente a la ¡cuarta parte del planeta!
s temporada de huracanes. El 2 de junio de 2024 habrá votaciones en México. Aunque faltan aún poco menos de nueve meses para que se realicen, una parte muy importante de la vida política y social del país está dominada por la dinámica electoral. No es novedad. Ya lo estaba desde hace dos años; ahora más.
arcelo Ebrard se volvió un mal político. Aunque eso es poco decir. Parece misterio su actual locuacidad, real o fingida, al estilo Carlos Alazraki, que simula divertirse inventando mentiras pueriles –llamadas narrativas
– para venderlas como coartadas políticas. Si la teatralidad de Marcelo de estos días proviene de alguna fruslería política
como las que vende Jaime Durán Barba, uno de esos que se dicen creadores
de sentido común
, parece claro que su estrategia está desencaminada.