Los Raiders volvieron al camino de la victoria. Después de tres derrotas consecutivas, Las Vegas encaraban un partido clave ante Green Bay, y lo supieron solventar gracias a una defensiva que se comportó a la altura de un escenario espectacular como el Allegiant Stadium.

El drama fue parte de un enfrentamiento que se definió con una intercepción en los segundos finales de Robertson, y que le dio la victoria a Las Vegas por pizarra de 17-13.

Con el regreso de Jimmy Garoppolo a la titularidad, era el momento ideal para salir del bache.

Tras ausentarse la semana pasada por una conmoción cerebral, el mariscal de campo tardó en entrar en ritmo. Sin embargo, en la tercera serie ofensiva, Garoppolo se conectó con sus compañeros. En un ataque que consumió más de ocho minutos, dio el primer golpe con un envío al receptor Jakobi Meyers.

El partido, que hasta el touchdown se había tornado con pocas emociones, detonó en el segundo cuarto, y fue producto de Jordan Love, al cometer una equivocación en su propio campo.

El mariscal de campo, nombrado para sustituir a una leyenda como Aaron Rodgers, entregó el balón y abrió la puerta para que los malosos aumentaran su ventaja.

La intercepción del linebacker Robert Spillane no fue aprovechada por los Raiders, que se conformaron con un gol de campo.

Al descanso, la presión defensiva de Las Vegas fue clave para limitar a los cabezas de queso a tres puntos.

Garoppolo provocó que la visita despertara en el tercer periodo. Regaló un balón en su territorio, con lo que puso en posición inmejorable a Green Bay. Fue así que los dirigidos por Matt LaFleur emplearon el juego terrestre para empatar con AJ Dillon. Una serie ofensiva después, los Packers le dieron la vuelta.

Al inicio de los últimos 15 minutos, la franquicia local se fue arriba con acarreo de Josh Jacobs.

Los Raiders, a menos de dos minutos, y con el partido muy cerrado, fallaron un gol de campo de 51 yardas, con lo que aumentaron la angustia en las tribunas.

Al final, Green Bay falló en su último intento, a falta de 40 segundos, con un Jordan Love provocando su tercera intercepción de la noche.