Barcelona. El actor Eduard Fernández regresa a su personaje del padre Vergara en la segunda temporada de la serie 30 monedas (HBO), dirigida por Álex de la Iglesia. Advirtió sobre la inteligencia artificial (IA) en el cine: Una interpretación hecha por un no actor creo que pierde el alma.

En entrevista de Europa Press con protagonistas de la serie, Fernández subrayó que el oficio de actor es elegir qué hacer en cada momento, cómo y con qué sutilidad, ya que de una toma a otra puede haber multitud de matices en la voz o el cuerpo, y se pregunta si eso lo puede hacer la IA.

En una interpretación se busca el alma y poder reconocerse con el papel, pero más allá del cine, lo más grave es la capacidad que puede otorgar a nivel político y social de manipular la realidad y discernir si algo es verdad o mentira.

El actor Cosimo Fosco se ha mostrado totalmente en contra, y con miedo ante la irrupción de la IA –en lo que coincide con la actriz Megan Montaner–, asegura que se puede utilizar aunque el ser humano debe controlar y tener la última palabra.

La actriz Macarena Gómez aboga por establecer límites y crear leyes porque la realidad es que la IA existe, y el actor Miguel Ángel Silvestre ha mostrado su apoyo al sindicato de actores estadunidenses SAG-AFTRA en sus demandas sobre el uso de imágenes y voces de la inteligencia artificial.

Estos actores son algunos de los protagonistas de la segunda temporada de 30 monedas, del director Álex de la Iglesia, una nueva sucesión de capítulos que han definido como más amplia, más coral, más internacional y con nuevos personajes con las incorporaciones de Nawja Nimri y Paul Giamatti.

La youtuber Haruka (Nawja Nimri) investiga los hechos ocurridos en Pedraza y su relación con una empresa; Paco (Miguel Ángel Silvestre) cuida a Elena (Megan Montaner), que está en coma y sufre unas extrañas pesadillas que la conectan con el padre Vergara (Eduard Fernández), e irrumpe la misteriosa figura de Christian Barbrow (Paul Giamatti).

Macarena Gómez ha definido como inimaginable el viaje creativo que lleva a cabo Álex De la Iglesia en la segunda temporada, con cuatro o cinco tramas muy bien definidas, incluido el infierno.

Megan Montaner añade que en esta nueva temporada hay más violencia, más comedia, más ambivalencia de los personajes y sorpresas constantes.

Miguel Ángel Silvestre ha dicho que personajes como el suyo sacan de ellos algo que no sabía que tenían por la visceralidad y violencia de esta temporada.