Acapulco, Gro., Este lunes se cumplieron 26 años de la devastación que causó en Guerrero el huracán Paulina, que dejó un saldo de 141 personas muertas, principalmente en Acapulco, 147 desaparecidas y al menos 8 mil damnificadas, más de 60 derrumbes y deslaves, así como daños en la red carretera.

Daniel Domínguez García, comandante de la brigada de Cruz Ámbar, fundada en 1989, recordó lo ocurrido la madrugada del 9 de octubre de 1997; consideró que hace falta más conciencia de los ciudadanos sobre la importancia de la protección civil, pues ya casi no quieren participar.

Rememoró que el 9 de octubre de 1997, cuando él tenía 38 años, fue un día muy feo, que no habíamos visto en Acapulco, con esa magnitud. Tratamos de llegar a los sitios más remotos del puerto.

Las brigadas se reunieron en el zócalo de la ciudad y de ahí los voluntarios se desplazaron a las colonias para auxiliar a personas damnificadas o lesionadas y llevar víveres.

Recordó que la colonia más afectada que nos tocó fue la Generación 2000, pues se partió totalmente la avenida. Estuvimos en la parte alta, donde vivían las personas asentadas de forma irregular.

Domínguez García advirtió que falta generar conciencia. Estamos dando prioridad a la prevención; sin embargo, admitió que es muy complicado que las personas comprendan que están ubicadas en zona de riesgo.

También vuelve a su memoria la colonia Vista Alegre, donde el agua se llevó la iglesia. Ayudamos a pasar a la gente; había muchas personas incomunicadas.

Explicó que la brigada de Cruz Ámbar tiene sus instalaciones en el poblado de Las Cruces y se sostiene con aportaciones de voluntarios. Sus ocho integrantes apoyan en casos de incendios, inundaciones y a conductores varados por fallas mecánicas, entre otras actividades.