Ginebra. El director del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Filippo Grandi, dijo ayer que la organización enfrenta uno de los momentos más difíciles de sus más de 70 años de historia, con 110 millones de desplazados en el mundo y un importante déficit de financiación.

Los conflictos, desde Ucrania hasta Sudán, han llevado los desplazamientos a índices récord, cuando algunos gobiernos, incluidos los que antaño eran acogedores como Alemania, enfrentan creciente presión para endurecer las políticas hacia los solicitantes de asilo.

En un discurso ante el órgano de gobierno del Acnur, Grandi instó a los países a respetar los derechos de quienes huyen de conflictos o persecuciones, garantizados por la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, para cuya supervisión se creó el organismo.

Les pido con toda solemnidad que se centren al menos en las áreas en las que podemos estar de acuerdo, expresó ante el comité ejecutivo.

El Acnur enfrenta este año un déficit de financiamiento de 650 millones de dólares y las perspectivas para 2024 son aún más preocupantes, concluyó.