Pekín. El presidente chino, Xi Jinping, declaró ayer que la forma en que Pekín y Washington gestionen su relación será decisiva para el destino de la humanidad, al recibir a una delegación de senadores estadunidenses.

Esta relación es la más importante del mundo, sostuvo Xi ante la delegación encabezada por el líder de la mayoría demócrata del Senado estadunidense, Chuck Schumer.

La forma en que China y Estados Unidos se lleven entre sí frente a un mundo en crisis determinará el futuro y el destino de la humanidad, sostuvo.

Lo he dicho muchas veces, incluso a varios mandatarios: ambos países tenemos mil razones para mejorar las relaciones y ninguna para arruinarlas, aseveró.

Estados Unidos y China, juntos, darán forma a este siglo, respondió Schumer. Por eso debemos gestionar nuestras relaciones con responsabilidad y respeto, agregó el senador demócrata, quien informó que la reunión duró 80 minutos, el doble de lo previsto.

En su tercer día de visita, los congresistas fueron recibidos también por el canciller Wang Yi, quien dijo que esperaba que estos encuentros ayuden a Estados Unidos a tener un entendimiento más preciso de China, a considerar la relación bilateral con más objetividad y a gestionar las diferencias existentes de manera más racional.

La relación entre las dos mayores economías del planeta está crispada por diferendos comerciales, la expansión de Pekín en el mar de China Meridional –importante vía para el tránsito de mercancías– y el tema de Taiwán, cuya soberanía reivindica Pekín.

Schumer, quien agradeció a la delegación china su hospitalidad, citó como objetivo número uno establecer condiciones de competencia equitativas para las empresas y los trabajadores estadunidenses.

El senador señaló que había otros temas de gran preocupación a plantear durante la visita, como la crisis del fentanilo, potente opiáceo sintético que ha causado decenas de miles de muertos en Estados Unidos.

La semana pasada, Washington sancionó e imputó a empresas chinas por suministrar precursores químicos a narcotraficantes de los cárteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, para fabricar fentanilo.

Schumer insistió en esta cuestión ayer, al aseverar que entre los objetivos de Washington figura pedir cuentas a las empresas con sede en China que suministran estos productos mortales que alimentan la crisis del fentanilo en Estados Unidos.

Otro objetivo, agregó, es velar por que China no apoye la guerra inmoral de Rusia contra Ucrania.

Pese a múltiples diferendos, ambas potencias reanudaron en los últimos meses el diálogo de alto nivel con una serie de visitas de funcionarios de alto rango estadunidenses a Pekín, entre ellos el secretario de Estado, Antony Blinken, en junio.

Tampoco se descarta un encuentro entre el presidente chino, Xi Jinping, y el estadunidense, Joe Biden, en la cumbre de la APEC, el foro de cooperación económica Asia-Pacífico, que se llevará a cabo a mitad de noviembre en San Francisco.